Sociedad
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en las provincias de Alicante y Murcia una organización criminal compuesta por cinco personas y dedicada, presuntamente, al tráfico de armas y drogas y a la venta de terminales encriptados.
Los arrestados, uno español y cuatro suecos con edades comprendidas entre los 29 y 44 años de edad, llegaron a raptar al hermano de un especialista en la adulteración de cocaína para obligarle a “cocinar” y cortar la droga para, de esta manera, obtener un mayor beneficio económico.
La investigación, que se inició en el mes de julio de 2019 por parte de la Policía Nacional, ha contado con la colaboración de la Policía de Suecia.
La operación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de la vuelta al tráfico de drogas de una organización criminal sueca, cuyo cabecilla ya había sido detenido en la localidad alicantina de Torrevieja (Alicante) en el año 2012 por dirigir una organización en Suecia dedicada al tráfico de drogas. En aquel momento, se trataba de uno de los 30 fugitivos más buscados por la Interpol y había estado escondido en el municipio alicantino desde el año 2005.
En esta ocasión se habían asentado en la zona de Levante y podrían estar dedicándose a la introducción de cocaína, hachís y anabolizantes para su venta y distribución en España y Suecia. Además, en esta ocasión, el grupo criminal se estaba dedicando también al tráfico de armas.
Un locutorio para distribuir móviles encriptados
Los investigadores han constatado que los detenidos secuestraron a punta de pistola al hermano de un antiguo especialista en la adulteración de cocaína para obligarle a cortar la droga y, así, obtener un mayor beneficio económico. Además del tráfico de drogas y del tráfico de armas, el entramado había adquirido un locutorio desde el que distribuían terminales telefónicos encriptados tipo ‘encrochat’ y tarjetas para estos terminales.
Finalmente, la semana pasada se llevó a cabo el operativo antidroga con el apoyo de la Policía de Suecia, que culminó con la detención de los cinco miembros de la organización y la práctica de cinco registros domiciliarios.
Los agentes se incautaron de medio kilo de cocaína, 200 gramos de hachís, 32 botes y 200 pastillas de anabolizantes, una escopeta semiautomática -sustraída en Granada-, dos pistolas, un silenciador, 140 cartuchos, 8 teléfonos encriptados y 100 tarjetas móviles para el uso de estos teléfonos. Los agentes hallaron varias armas escondidas en un vehículo que utilizaban única y exclusivamente a modo de almacén.