Alejandro Sanz, siempre a «más»
Miles de entregados seguidores acompañaron al cantante para celebrar los 20 años de este álbum.
Miles de entregados seguidores acompañaron al cantante para celebrar los 20 años de este álbum
odo han sido récords para Alejandro Sanz desde que anunció que celebraría los veinte años de su álbum «Más» con un concierto sin precedentes en el Vicente Calderón. Primero se vendieron las entradas en apenas treinta minutos y después «Y, ¿si fuera ella?» alcanzó el número uno en ventas por tercera vez desde que salió en el 97. La nueva versión de la canción, que suma ya ocho millones de reproducciones, fue recibida como un avance de lo que sus fans verían en el esperado concierto, ya que en ella colaboran Pablo Alborán, Malú, Pablo López y numerosos artistas más. Y Sanz no decepcionó. Le acompañaron todos ellos –y hasta alguno que llegó de sorpresa– en el escenario a lo largo de una noche llena de aplausos, abrazos y hasta lágrimas.
Una hora antes del concierto, la glorieta de Pirámides estaba repleta de personas que esperaban a entrar con una cerveza fría. Los más entusiastas ya bajaban por la calle de Alejandro Dumas, que desemboca en el estadio, para sumarse a los centenares que aguardaban la apertura de puertas. Entre los asistentes no faltaron tampoco muchas caras conocidas, como Gonzalo Miró, Lydia Bosch, Silvia Abascal, Pepón Nieto, María Esteve, Iker y Sara y el periodista Carlos Amor.
Hubo que esperar cuarenta y cinco minutos más de lo previsto para que el artista y sus músicos tomaran el escenario entre una tormenta de aplausos y gritos de «¡Alejandro!, ¡Alejandro!» (mientras tanto, muchos de los que intentaron ver el concierto por «streaming» no pudieron, ya que la página web colapsó). «Hoy que no estás» levantó a los miles de fans de sus asientos y ya el primero de los artistas invitados se unió a él sobre el escenario: Dani Martín. En «Aquello que me diste» se le unió Pablo López, con el que Sanz compartió risas y complicidad. «No se me ocurre mejor plan que estar los próximos 20 años cantando para ustedes. Buenas noches, disfrútenlo», fueron sus primeras palabras de la noche antes de comenzar a interpretar «La fuerza del corazón», de su álbum «Básico», junto a Laura Pausini, a la que regaló una flor que le lanzó una persona del público.
Antonio Carmona tomó el micrófono para interpretar su «Para que tú no llores», mientras Sanz le acompañaba en la guitarra y animaba al público a unirse con las palmas. El madrileño recordó su primer concierto en el Calderón y cuando vio a los Rolling Stones actuar allí. «No dejen de soñar porque todo, absolutamente todo, se puede conseguir», pidió a sus fans. Para «Quisiera ser» le acompañó el colombiano Juanes, con el que ha compartido escenario en más de una ocasión, y en «Aprendí» se le unió Malú. «Siempre es de noche», que interpretó junto a Miguel Poveda, con un fondo de estrellas y lunas proyectado en las pantallas, resultó ser uno de los momentos más emotivos del espectáculo, al igual que cuando para «La margarita dijo no» tomaron el escenario docenas de niños con banderas de distintos países (incluida la arcoíris) y le acompañó Antonio Orozco.
Un duelo de pianos dio inicio a «Si hay Dios», en la que se unió al artista Pastora Soler, vestida de blanco impoluto que contrastaba con el traje negro de él. El público volvió a animarse cuando apareció Pablo Alborán para interpretar «El alma al aire» y «Llueve», como parte de un popurrí de temas del álbum «No es lo mismo». Los gritos se desataron verdaderamente cuando Miguel Bosé tomó el micrófono para cantar a dúo «Me iré» y cuando el Calderón se tiñó de rojo durante «Corazón partío». Igual o más se emocionó el estadio con «Amiga mía», en la que le acompañó la potente voz de India Martínez. En «Deja que te bese» se le unió Vanesa Martín y para «Desde cuando», Juan Luis Guerra. No faltaron, desde luego, temas como «Cuando nadie me ve», en la que Niña Pastori dejó al público rendido a su pies ni, «Y, ¿Si fuera ella?», que puso el broche de oro a una noche que, como prometió Sanz desde el principio, será irrepetible.