Arcimboldo, precursor del dadaísmo, en la Juan March
«Su arte es análogo a la arquitectura practicada por Miguel Ángel, uno de los primeros exponentes del manierismo».
«Su arte es análogo a la arquitectura practicada por Miguel Ángel, uno de los primeros exponentes del manierismo: una reinterpretación juguetona y anárquica de lo clásico, que deforma y exagera diversos elementos rehaciéndolos con imaginación e inventiva», sostienen los expertos Lynn Roberts y Paul Mitchell. Quizá por eso se explique que la Fundación March haya organizado una exposición sobre el pintor con apenas dos cuadros. Tan escasos ejemplos sirven para argumentar que fuera reivindicado por el MoMA de Nueva York como uno de los principales inspiradores del Surrealismo y el Dadaísmo. Se trata de «Flora» y «Flora meretrix» (pintados en 1589 y 1590), ambos representan las dos tradiciones clásicas que arrancan del mito de Cloris, quien, embarazada por Céfiro, el dios del viento, trajo el color a la tierra. Lo asombroso, según explica Miguel Falomir, es que ambos ejemplos tienen poco que ver con la imagen que los aficionados puedan tener del pintor, y quien pueda acercarse descubrirá que «al contrario de lo que ocurre con el impresionismo, los detalles no se desdibujan a medida que nos acercamos, sino que podrían formar parte de piezas de un puzle perfectamente reconocibles de manera autónoma», continúa Falomir. Para no forzar a los visitantes a pegar las pestañas a las pinturas, una pantalla va mostrando ampliados todos esos detalles mínimos que han hecho pasar a ambas obras a la Historia del Arte.
En denitiva, todo un ejemplo de que la heterodoxia es lo que hace avanzar al hombres, pues el autor, consciente de sus limitaciones, no optó por imitar a Tiziano o Leonardo, sino que buscó su camino (lo que le llevó a ser tachado de mediocre por historiadores), y se convirtió en un innovador.
- Cuándo: hasta el 2 de marzo.
- Dónde: Fundación Juan March. C/ Castelló, 77 Madrid.
- Cuánto: entrada libre.