La eterna novedad de ser Andy Warhol

Hay artistas de los que siempre se encuentra algo nuevo. Creadores exprimidos hasta el límite que, a los que sin embargo, siempre se encuentra un punto novedoso. Uno de ellos es Andy Warhol, expuesto hasta la saciedad. El Museo Whitney de Nueva York ha querido dar una vuelta de tuerca al artista y presentar en el mes de noviembre la que puede convertirse en la “madre de todas las exposiciones” del padre de la Factory, una muestra que se repartirá por el bellísimo edificio que lleva la firma de Renzo Piano.

El director del centro, Adam Weinberg, ha declarado que no se trata de una improvisación, pues llevan trabajando con ella desde hace siete u ocho años, bastante antes del traslado del Whitney al distrito del Meatpacking. No es tare sencilla exponer la obra del artista del pelo blanco, pues, además de un espacio a su medida, los costos de los préstamos se antojan uno de los escollos más complicados de vencer y las cifras que se manejan en cuanto a los seguros de las piezas se cifran en millones.

Donna de Salvo, cuadora del museo, se ha encargado de comisariar este evento, que ya está generando titulares (y quedan nada menos que cinco meses para que se abra al público). Ella fue una de las personas que más cerca estuvo de Warhol en los últimos años de su vida y ha seleccionado una a una las piezas que conformarán esta exhibición, para la que no ha dudado en pedir tanto a grandes museos como a coleccionistas privados obra.

Weinberg ha querido destacar la “absoluta vigencia” de quien elevó a la categoría de arte una lata de sopa, en un periodo en que lo visual y las redes marcan de cerca las reglas del juego en el mundo del arte. Si no se quiere perder la que denominan ya como “la exposición del siglo” puede sacar su entrada en agosto. estamos ante un “blockbuster”, tiempo al tiempo.