Buscar Iniciar sesión

Sebastião Salgado defiende en «Génesis» ese 46 % del planeta todavía virgen

Creada:

Última actualización:

El fotógrafo brasileño Sebastião Salgado subrayó hoy "la obligación"común de mantener vivo ese universo primigenio que él intentó captar en "Génesis", exposición-homenaje al planeta Tierra, fruto de ocho años de trabajo y una treintena de viajes, que presentó en París.
"Lo que se ve aquí es la parte del planeta que todos juntos tenemos la obligación de mantener", explicó en la Maison Europeenne de la Photographie, donde esta muestra itinerante podrá verse a partir de mañana y hasta el 5 de enero próximo.
Acompañaba al autor de "Éxodos"y "Trabajadores"su esposa, Lelia Wanick Salgado, comisaria y escenógrafa de la exhibición, co-editora de los libros publicados sobre ella y creadora junto con el fotógrafo del pequeño proyecto de replantación forestal que en 2004 les llevó hasta "Génesis".
Para Salgado no solo los militantes ecologistas como ellos deben tomar consciencia de que "hemos llegado a un límite en nuestro planeta donde se puede tener cierto equilibrio"y que hay que recuperar la parte del planeta que no es productiva, que el hombre no necesita, para replantar árboles.
"No hay otra máquina en este planeta capaz de transformar el dióxido de carbono en oxígeno", únicamente los árboles, con la conocida fórmula del CO2, "asimilan la molécula de carbono que transforman en madera y liberan moléculas de oxígeno", recalcó.
Viniendo de él, no eran solo palabras y bellísimas imágenes, en blanco, negro e innumerables matices de grises, resumen de esa parte del planeta por donde la mano del hombre moderno aún no pasó.
Desde que los Salgado se encontraron al frente de una granja brasileña a mediados de los años 90 del siglo XX han plantado allí más de dos millones de árboles y han visto cómo el agua y la vida vegetal y animal volvía a ella.
Es un "pequeño bosque que empezamos nosotros dos un poco por casualidad"y con el que "hemos podido recuperar, secuestrar", cerca de 96.000 toneladas de carbono", dijo el fotógrafo.
Con esta "trampa de carbono", "somos capaces hoy de capturar todo el que producen dos empresas medias del planeta", añadió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 1998, nacido en Aimorés (Minas Gerais), en 1944.
"Imaginen", con la participación de gobiernos, empresas, fundaciones y ciudadanos, que "se podría, sinceramente encontrar un equilibrio para paliar esa inmensa producción de carbono que tenemos", pero, señaló, "es terrible, porque no hay aún esta preocupación. Todavía se están cortando árboles y no se está reconstruyendo".
Para recordar al mundo que "ha llegado el momento de la reconstrucción", las 245 fotografías de "Génesis", muchas de ellas de gran formato, comenzaron el pasado mayo en Londres una itinerancia a veces simultánea que les llevó a Sao Paulo, Río de Janeiro, Roma, Toronto y Lausana.
Muestran inéditos paisajes minerales, vegetales y animales, del desierto africano a la cordillera del Himalaya, de islas "santuarios"de biodiversidad como Madagascar a los hielos árticos, y también la vida de grupos humanos que viven aislados, sin entrar en contacto con sus vecinos industrializados.
El descubrimiento de esa parte del mundo "fue una bella sorpresa", pues viendo las ciudades "imaginamos que lo hemos destruido todo", pero queda la mitad del planeta que está todavía ahí, resalto el artista.
Sin contar las zonas ocupadas por el agua, "el principio de todo existe todavía: tenemos cerca del 46 por ciento intacto", como en el día del génesis, recalcó.
Cierto, "la parte principal, la más fácil, la atacamos enseguida". Lo que queda, lo que él captó en su "Génesis", son los lugares demasiado áridos como los desiertos o, extremadamente fríos, como el Ártico, ciertas tierras del norte y el sur, a más de 3.000 metros de altitud, y por supuesto el bosque amazónico y algunos de sus pobladores.