Ávila celebra el centenario de la «casual» llegada de Guido Caprotti a la ciudad

“Una gran nevada paró el tren(...) Entré pues en Ávila. Y al llegar ante una muralla espectacularmente nevada a luz me llenó los ojos y el alma (...) Decidí quedarme en Ávila”. Así es como explicó el pintor italiano Guido Caprotti su aterrizaje accidental en Ávila.

“Una gran nevada paró el tren(...) Entré pues en Ávila. Y al llegar ante una muralla espectacularmente nevada a luz me llenó los ojos y el alma (...) Decidí quedarme en Ávila”. Así es como explicó el pintor italiano Guido Caprotti su aterrizaje accidental en Ávila y cómo la ciudad le sedujo tanto que decidió quedarse para siempre. Era el año 1916 y Caprotti se dirigía en tren hasta Madrid para hacer una colaboración en el Museo del Prado. Una intensa nevada bloqueó el convoy en Ávila. Esta parada técnica que en principio iba a durar sólo tres días se prolongó toda una vida. Aquella nevada del 27 de noviembre de 1916 cambió el rumbo del pintor italiano, nacido en Monza en 1887, y de Ávila. Después de pintar en París, Bélgica, Inglaterra, Alemania o Rusia, a Caprotti le cautivó la ciudad castellana donde vivió cincuenta años, hasta el estallido de la Guerrra Civil. Este exilio, también accidental puesto que la guerra le sorprendió en Madrid, le mantuvo alejado de su querida ciudad hasta el final de la contienda. La ciudad le devolvió a Caprotti todo su cariño y dedicación convirtiéndole en 1918 en “Hijo adoptivo”, un título que Caprotti puso siempre por delante de todas las distinciones que recibió a lo largo de su carrera.

Los abulenses han querido celebrareste fin de semana el centenario de la nevada que trajo a Caprotti hasta su muralla, por eso este domingo, coincidiendo con el 27 de noviembre que cambió la vida del pintor, sus nietos, el escritor Edgar Caprotti Jiménez y Laura de Eugenio Caprotti le rindieron homeaje en el museo de la ciudad que lleva el nombre de su abuelo. Además el Ayuntamiento ha organizado diferentes actividades en noviembre y diciembre y durante todo el próximo año en torno al centenario de la llegada del pintor. Así, habrá conferencias sobre la obra y legado de Caprotti, talleres, conciertos o visitas guiadas al Palacio de Superunda o la muralla.