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Berlín se rinde al Siglo de Oro español

Una exposición irrepetible, con cerca de 140 piezas, entre lienzos, esculturas y libros procedentes del Prado, el Louvre o el Metropolitan de Nueva York.
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Una exposición irrepetible, con cerca de 140 piezas, entre lienzos, esculturas y libros procedentes del Prado, el Louvre o el Metropolitan de Nueva York.
Con una altura de cuatro metros y con toda la teatralidad propia del barroco español, la majestuosa obra «Inmaculada Oballe», de El Greco, es la encargada de dar la bienvenida al público en la exposición «El Siglo de Oro: La era de Velázquez», que ha abierto sus puertas en la Gemäldegalerie de Berlín. Se trata de la mayor exposición de este célebre periodo que se ha exhibido jamás fuera de España. Casi 140 piezas, entre pinturas, esculturas, dibujos y manuscritos, se encargan de recuperar la riqueza del arte español entre los años 1550 y 1680.
La ambiciosa exhibición, impulsada por S.M. Felipe VI Rey de España y el presidente alemán Joachim Gauck, ha conseguido reunir en un solo lugar una muestra artística única en el mundo y se dibuja como la más relevante exposición de 2016 en Berlín. Su objetivo es aproximar la época más floreciente del arte español a la cultura alemana, a través de un amplio recorrido por su historia y con la ayuda de obras recopiladas de todos los rincones del mundo. En las amplias salas de la Gemäldegalerie berlinesa, durante todo el verano, podremos encontrar piezas de Diego de Velázquez, Francisco de Zurbarán, El Greco o Bartolomé Murillo, aunque también de pintores algo menos conocidos, como Alonso Cano y Gregorio Fernández.
Para este proyecto en el que se ha trabajado durante cerca de cuatro años se han compilado 135 obras procedentes de 64 colecciones privadas y museos de todo el mundo. La muestra cuenta con la importante aportación de la propia Gemäldegalerie, que posee uno de las colecciones más amplias de arte español de Alemania, pero también han colaborado pinacotecas como Museo del Prado de Madrid, el Metropolitan de Nueva York, el Louvre de París o el Museo Nacional de Escultura de Valladolid.

El país más poderoso

La exhibición hace un recorrido artístico por todo el Siglo de Oro español, una época dorada para el arte del país, que, paradójicamente, coincidió con el principio del declive del imperio, en ese momento en el que España era el país más poderoso del hemisferio oeste. «La era Velázquez» desgrana los acontecimientos históricos de aquellos años y narra cronológicamente cómo se desarrollaron las artes gráficas a lo largo de los reinados de los últimos Austrias (Felipe III, Felipe IV y Carlos II). También nos explica la importancia de la Contrarreforma contra el Protentantismo y el importante papel del Rey como mecenas.
Por ello, en la primera sala, el visitante recibe una rápida lección de historia en forma gráfica. Una completa cronología, un enorme mapa que muestra los países pertenecientes al imperio hispano y una comparativa cartográfica de España permiten al público sumergirse en las salas con una idea nítida de los devenires históricos de la época. «La idea es que alguien que no tenga ni idea de qué era el Siglo de Oro, acabe conociéndolo muy bien al abandonar el museo», relata la comisaria de la muestra, la historiadora madrileña María López-Fanjul Díez del Corral, en declaraciones a este diario.
En Alemania, el Siglo de Oro sigue siendo un gran desconocido. Además, la comisaria apunta que «hay prejuicios por su pasado protestante». «El reto era encontrar la forma de aproximar este concepto tan lejano de la cultura de esta época, que tuvo lugar hace 400 años, a ciudadanos alemanes», explica, añadiendo que también se pretenden romper tópicos –pues el arte español no abarca exclusivamente iconografía religiosa– y dar a conocer importantes artistas de nuestro país «más allá de Velázquez», el pintor español, junto con Picasso, que más se venera y reconoce en territorio alemán.

Letras y arte

La exposición está organizada para facilitar el conocimiento; de una forma cronológica, pero también por regiones, distinguiendo varios centros claves en la transición al Barroco: Castilla, Valencia y Andalucía, que después darían paso a Sevilla y Madrid como puntos más importantes. Esto ayuda a recrear la relación entre los pintores. «No se entiende a Velázquez sin la influencia de El Greco o Pacheco. A diferencia de las exposiciones monográficas, donde los pintores parecen figuras aisladas y únicas, nos propusimos dar a conocer la época en la que vivió el pintor», cuenta. En una de las salas, nos encontramos grandes obras de Velázquez frente a pinturas de Zurbarán para admirar casi al mismo tiempo los trabajos de «Dos grandes amigos, el uno enfrente del otro», añade López-Fajul.
Además, la exposición realiza un importante comparativo entre la pintura y la escultura –mucho menos valorada– del siglo XVII, puesto que –más en el Siglo de Oro que en ningún otro período– son dos artes se complementan y enriquecen mutuamente. «El Siglo de Oro no brilló sólo por la pintura, nos hemos propuesto aunar todas las artes», explica la comisaria. Si bien en Berlín pueden verse obras maestras como el «Dios Marte», de Velázquez, o «Niños comiendo pastel», de Murillo, sin duda uno de los puntos fuertes de la exposición es la obra escultórica «Camino del Calvario», de Gregorio Fernández, cinco figuras a tamaño real en madera policromada que siguen usándose para las procesiones regiosas y que sale por vez primera del Museo de Escultura de Valladolid. Además, se incluyen completas colecciones de dibujos, incluso un manuscrito de la primera traducción alemana de «El Quijote».