Brueghel: una dinastía alegórica
El Palacio de Gaviria acoge hasta el 12 de abril una exposición en la que un centenar de piezas muestran el desarrollo de una familia que dio forma al arte flamenco
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El Palacio de Gaviria acoge hasta el 12 de abril una exposición en la que un centenar de piezas muestran el desarrollo de una familia que dio forma al arte flamenco
Naturaleza, comercio, alegoría, baile, música, fuego, invierno y color. Una serie de características que definieron un período histórico, así como una corriente artística. Se trata de la dinastía Brueghel: de padres a hijos y a nietos, esta familia que encabeza Pieter el Viejo -coetáneo a Felipe II- representó con sus pinturas al arte europeo entre los siglos XVI y XVII. Ahora, un centenar de sus obras, así como de otros pintores, se concentran en el Palacio de Gaviria en una muestra que, como su título indica, expone las "maravillas del arte flamenco".
Hasta el 12 de abril de 2020, esta exposición ofrece la oportunidad de que el público conozca todo un trabajo de años que refleja el desarrollo de la pintura flamenca. La muestra se divide en siete secciones, cada una de la cual hace referencia a los temas que trataron los miembros de la dinastía Brueghel, contando con los cambios dados tanto por el paso del tiempo como por la aportación de cada artista. De esta manera, las obras abarcan desde la moralidad y la justicia hasta naturalezas muertas, pasando por la alegoría y "el baile de los pobres".
El comisario de la muestra, Sergio Gaddi, ha realizado un repaso de cada una de las secciones, destacando la influencia e inspiración de la dinastía Brueghel gracias al renacimiento italiano, así como a otros pintores como Rubens. Gaddi ha resaltado tanto la potencia de las obras como las características de cada uno de los miembros de la dinastía. Si bien es cierto que hijos "copiaban"y pintaban de lo que veían de sus padres o abuelos, el comisario ha explicado que esta "repetición se trata de un tema cultural de la época, cosa que no es señal de más o menos calidad". Es decir: desde Pieter el Viejo hasta Abraham (su bisnieto) el continuar con el "pincel familiar"era simplemente continuar con una tradición.
El arte flamenco es el diálogo entre el artista y la actualidad de la época. Son obras con mucho contenido dentro de escenas cotidianas. Ejemplo de ello es una de las secciones de la exposición con título "Alegorías, historias maravillosas". En esta, con Jan Brueghel el Joven como protagonista y Rubens como ayudante de éste a la hora de terminar más de 600 dibujos y pinturas inacabadas, se muestra lo intangible. En las obras como "Alegoría del oído", "Alegoría del fuego"o "Alegoría del viento", según ha comentado Gaddi, se plasma lo abstracto a través de un discurso mitológico. Mientras que en la última sección, habiendo pasado por la anterior con nombre "Relatos de viajeros y mercaderes", la exhibición cierra con "Gloria y vanidad de la vida silenciosa". Todo un siglo de arte moral, repleto de mensajes y color que una dinastía -fueron ocho los hombres cuya obra se expone en esta muestra, gracias a la aportación de una colección privada- realizó en una manifestación de la potente relación entre la realidad, la belleza y el arte.