Cierra el emblemático Tobacco Road, el bar más antiguo de Miami
Entre sus inconfundibles paredes de color azul tocaron sus instrumentos músicos y figuras del blues, el funk o el rock como John Lee Hooker, Dr. John o George Clinton
Hasta hace unas horas los viandantes de la calle South Miami Avenue se encontraban aún con las puertas abiertas del bar más antiguo de la ciudad, el Tobacco Road, que en su primer piso llegó a esconder un local de juego y copas durante la época de la “Ley Seca” y que tras más de cien años de vida hoy cierra las puertas de este emblemático local.
El Tobacco Road es el “bar más antiguo de Miami”, con 102 años a sus espaldas, y “la historia de esta tasca es la historia de Miami”, según declaró a Efe el gerente del local, Joel Riviera.
El famoso gángster “Al Capone tenía una habitación secreta arriba con un armario donde guardaba alcohol durante la época de la Prohibición”, explicó a Efe James Goll, director de mercadotecnia del Tobacco Road.
Empujado por la expansión urbanística que vive el centro de Miami, este bar de “gente local” cerró sus míticas puertas de color amarillo mostaza la noche de ayer, aunque pronto será trasladado a un nuevo emplazamiento, muy cerca de su tradicional ubicación, según anunciaron sus propietarios esta semana.
De acuerdo a Riviera, el nuevo local se va a remodelar con miras a “dejarlo lo mas parecido posible” a su clásica sede, para lo cual los propietarios trasladarán las luces de neón, la barra, las puertas y todo lo que puedan mover para conservar la esencia del lugar.
Tobacco Road abrió sus puertas en 1912, cuando consiguió su primera licencia para vender licor. Durante los trece años que duró la “Ley Seca” (1920-1933) en EEUU, se convirtió en uno de los famosos locales “speakeasy” (bares clandestinos), que se extendieron por el país dedicados al contrabando del líquido prohibido.
Un dato curioso que mucha gente desconoce es que el Tobacco Road no siempre fue un bar y mucho menos se llamó así durante sus 100 años de vida. Comenzó siendo una panadería que funcionó como tapadera del bar clandestino que se encontraba en el piso superior.
En 1938 el local se convirtió en una tasca llamada South Side Bar, pero no fue hasta 1942 que el bar comenzó a llamarse Charlie’s Tobacco Road, cuando su propietario en aquel entonces, Lew Cohen, decidió darle ese nombre en honor a la novela homónima que se convirtió en una obra de teatro muy popular en los años treinta.
Tras sufrir varios cierres y modificaciones de nombres, como The Chanticleer o The Shandiclere, Tobacco Road no recibió su identidad actual hasta 1977, año en el que el expolicía de Miami Neil Katzman devolvió al bar el nombre que tenía cuando el llamado “Moral’s Squad” (escuadrón de la moral) de la policía de la ciudad lo cerró en 1944.
La creciente popularidad que adquirió el barrio de Brickell y el centro de Miami durante la primera década de este siglo llevó a que el 24 de abril de 2012 un promotor adquiriera por un total de 12,5 millones de dólares ocho parcelas de tierra en la zona, incluidos los metros cuadrados sobre los que se asentaba el local del Tobacco Road.
Riviera y varios empleados del bar pusieron en marcha una campaña para reunir fondos y poder trasladar el bar a otro local, una iniciativa que se ha conseguido gracias a que el hasta ahora propietario de Tobacco Road renunció a los derechos del nombre para permitir que se pueda reabrir con la misma denominación, explicó Goll.
No solo la “Ley Seca” ha marcado el Tobacco Road. Entre sus inconfundibles paredes de color azul tocaron sus instrumentos músicos y figuras del blues, el funk o el rock como John Lee Hooker, Dr. John o George Clinton.
La pasada noche, en medio de un ambiente nostálgico, el emblemático local del Tobacco Road recibió por última vez a su clientela, con el espíritu que lo caracteriza y con resonancias en el aire de los grandes músicos que pasaron por su escenario y le dieron su prestigio actual.
Como para rendir tributo a ese legado, entre cervezas, copas y buena comida, diferentes bandas locales ofrecieron conciertos en directo para todos aquellos que quisieron despedirse del Tobacco Road en sus últimas horas y ser parte de su historia.