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Bourne se cuela en Locarno

larazon

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Todo ha vuelto a la normalidad. Ha habido 7400 personas en la Piazza Grande viendo una película. Claro que el título era Jason Bourne y encima era viernes. Es la demostración de qué películas quiere ver el público, sobre todo en el enorme pantallón que hay en la citada plaza. Lo que también es curioso es que la segunda película de esa noche era la magnífica malaya Interchange y bajó a 3400 espectadores.
Vamos con las películas. La egipcia Brooks, Meadows and Lovely Faces, de Yousry Nasrallah es un desmadre de película que une una cierta crítica social y recetas de cocina pero como cantan parece un producto de Bollywood. Una película de Piazza Grande es Paula, de Christian Schwochow. Es una historia con algunos personajes reales como el que aparece en muchas películas y es el el poeta Rainer Maria Rilke. Que en 1900 una mujer quiera ser pintora profesional no está bien visto. Se casa con otro pintor y durante cinco anõs de matrimonio él no la toca por diversas causas. La pintura de ella es impresionista, deja al marido y se marcha a la alegría de París. La metedura de pata del autor es intercalar la hisoria del abandonado marido que no interesa nada y ralentiza toda la acción.)
La mejor película y, por su estética, muy justificable su presencia en un festival de cine. Se trata de Inimi cicatrizate de Radu Jude. Estamos en Rumanía de 1937 y está basada en una novela autobiográfica del rumano Max Blecher, que la escribió antes de morir a los 29 años contando sus sufrimientos durante una década por culpa de una tuberculosis. Película muy dura de 141 minutos, planos fijos sin movimiento y sin parar de hablar hasta la pedantería porque hasta sale a relucir Giordano Bruno o la amenaza de Hitler. Toda la acción es rota continuamente porque hay que leer letreros con frases del autor literario. Película durísima que se sufre más habiéndola visto a las 8.30 de la mañana con escenario sanatorio tuberculoso.
En la noche del domingo en la Piazza Grande, Pardo de honor a la carrera de Mario Adorf. Este sí tiene carrera y no la Birkin ni Bill Pullman.

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