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Colin Trevorrow: «Spielberg no me miró nunca por encima del hombro para saber qué estaba rodando»

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Fue elegido por el director de «ET» para filmar esta nueva entrega tras haber rodado anteriormente un único largo.
Con sólo una película en su currículum, «Seguridad no garantizada», Colin Trevorrow ha sido el elegido por Steven Spielberg para dirigir la cuarta entrega de la saga de Jurassic Park. «Jurassic World» vuelve tras unos cuantos años en barbecho, pues la anterior entrega, «El mundo perdido», se estrenó en 1997 . ¿Qué ha pasado en estos 18 años? Isla Nublar presenta un nuevo parque temático con dinosaurios creados genéticamente. Una de las atracciones impuestas por la corporación que suministra el dinero para atraer a más visitantes incluye la presencia de un velociraptor que acaba por convertirse en la peor de las pesadillas. Nacido en San Francisco y criado en Oakland, Trevorow comenzó a dirigir cortos a la temprana edad de doce años. Estudió cine en la prestigiosa Universidad de Nueva York, donde conoció a Derek Conolly, que es con quien desarrolla los guiones de sus proyectos. Aunque dice que se ha dejado la piel en esta película no dirigirá una nueva entrega. «Quiero seguir teniendo los pies en el suelo», apostilla.
–¿Cuántos borradores se han escrito hasta llegar al guión final?
–El primer guión nos llevó escribirlo unas tres semanas y durante cinco meses trabajamos para mejorarlo, aunque no a tiempo completo porque en ese momento estaba preparando otro proyecto. Creo que la fecha exacta en que finalizamos fue septiembre de 2014. Obviamente se transformaron elementos, pero es muy similar a este último borrador que te menciono.
–¿En una película de esta magnitud se cambian cosas a medida que se rueda?
–Por supuesto. Constantemente. Gracias a Dios no he tenido al estudio mirándome por encima del hombro para ver lo que hacía o dejaba de hacer. Spielberg es quien tiene la última palabra en este filme, por lo que me ha dado bastante libertad. Es a él a quien tenía que dar parte y se ha mostrado muy generoso conmigo. He trabajado sin ninguna traba y se ha podido cambiar sobre la marcha para mejorar lo que no funcionaba.
–¿El hecho de tener que responder sólo ante Spielberg y no ante los ejecutivos del estudio fue decisivo para aceptar la propuesta?
–No lo pensé demasiado, pero creo que el estudio, habiendo rodado sólo una película, no me habría contratado jamás. Tenerlos como apoyo y saber que él era el que me había elegido me ofreció toda la seguridad del mundo.
–¿Cuál ha sido su mayor preocupación?
–El no hacer un filme basado exclusivamente en la acción con dinosaurios persiguiendo a humanos, sino más bien ser un reflejo de lo que está sucediendo en nuestra sociedad actual. La mayoría de las mejores películas de ciencia ficción como «Blade Runner» quieren reflejar la sociedad y sus problemas.
–¿Y cuáles serían?
–No jugar demasiado con la naturaleza. Crear estos animales genéticamente es un riesgo y no acaba bien, aunque si hay dinero de por medio parece que los principios morales desaparecen de un plumazo. Es algo que observamos a diario en política a nivel mundial. Es interesante ver cómo a través del personaje de Chris Pratt, que interpreta a un entrenador de «raptores», vemos la relación entre ellos y cómo estos animales entienden y sienten. Espero que nos haga reflexionar sobre la manera en que tratamos a los animales, como los utilizamos para alimento, los enjaulamos en un zoo, nos servimos de ellos para investigación... Con esta película he querido plasmar esa realidad. El deseo del ser humano de sacar dinero por encima de todas las cosas es algo que nos debe hacer reflexionar porque esa sed nos deshumaniza.
–Como amante de los animales entiendo el mensaje de la película pero no estoy segura de que alguien que no tenga empatía por ellos y vaya sólo a ver los efectos especiales y los dinosaurios repare en ello.
–Lo entiendo y le doy la razón. Los que no lleguen a pillarlo se pueden entretener con los efectos especiales (risas). Lo importante es que alguien como usted sí lo ha entendido, va a escribir sobre ello y los lectores lo van a tener en cuenta. Nos son mensajes apocalíptico, ni es tampoco nuestra intención abrumar al espectador, sino mostrar cómo es nuestra realidad.
–Su película anterior se exhibió en el Festival de Cine de Sitges. ¿Qué recuerdos guarda de aquella experiencia?
–Es uno de mis festivales favoritos. Tuve la ocasión de conocer a un montón de directores interesantes. Lo bueno de dirigir películas independientes es que te lleva a estos festivales y puedes realmente conocer a otros colegas. Esa camaradería no existe en los filmes de alto presupuesto, y lo echo de menos.
–¿Tras dirigir «Jurassic World», una película de un presupuesto astronómico, crees factible volver a dirigir cintas independientes?
–Claro. Mi próximo trabajo tiene un presupuesto bastante reducido. Se titula «Book Of Henry» y trata de una madre con dos hijos, uno de los cuales es un genio. Es una historia brillante y muy humana sin dinosaurios ni efectos especiales (risas).
–Estamos acostumbrados a ver a Chris Pratt en papeles cómicos y, a pesar de que en este filme hay un par de momentos divertidos, no es una comedia. ¿Por qué le elegió?
–Tiendo a elegir a actores cómicos para papeles serios. Creo que su capacidad para improvisar es clave.

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