El secreto de Anacleto

Pistola con silenciador, tupé, cigarrillo en los labios, esmoquin y licencia para matar. No, no es James Bond. Se llama Anacleto y su apellido, hasta donde se sabe, es, sin más, agente secreto. A las nuevas generaciones quizá les suene a batallita del abuelo Cebolleta, pero los que ya peinen canas sin duda sonreirán al oír que el más famoso de los agentes secretos de nuestro tebeo, con permiso de Mortadelo y Filemón, llega por fin a la gran pantalla. Será el año que viene, en una película protagonizada por Imanol Arias y Quim Gutiérrez. Fue el 4 de diciembre de 1964 cuando el gran Manuel Vázquez se sacó de la manga esta parodia de los espías de cine en las páginas de «Pulgarcito», la revista juvenil donde nacieron también Zipi y Zape y los mencionados Mortadelo y Filemón. Así que este año Anacleto celebrará además medio siglo de vida. En sus páginas cómicas, Anacleto era menos desastroso que el dúo de agentes de la TIA, pero sus misiones también se complicaban y le ocurrían las cosas más absurdas. Estábamos en el desarrollismo, y ya se sabe, «Spain is different». Por eso Anacleto fumaba Celtas y su jefe puros. Y por eso no conseguía nunca el deseado adelanto del sueldo.

«Anacleto, agente secreto» es una producción de Zeta Cinema con la colaboración TV3, TVE y Canal+. Javier Ruiz Caldera («3 bodas de más») se pone al mando de este barco, cuyo rodaje comenzó el pasado 7 de julio en Barcelona y sus alrededores. Y Anacleto, ¿quién será? Nominalmente, Imanol Arias. Sin embargo, la respuesta no es tan sencilla, ya que Quim Gutiérrez comparte protagonismo con él. Y es que el argumento se centra en Adolfo, un joven que descubre que su padre no es un campesino, como creía, sino un agente secreto en horas bajas que en los años 70 encarceló a Vázquez, un peligroso criminal que ha vuelto a la carga y al que padre e hijo tendrán que combatir juntos. Además de los protagonistas, el filme contará con Alexandra Giménez, que da vida a Katia, la novia de Adolfo, a la que tendrán que rescatar del malvado Vázquez, Berto Romero y Rossy de Palma, estos últimos el hermano y la madre de Katia, respectivamente, Emilio Gutiérrez Caba y Carlos Areces, además de cameos como los de Diego el Cigala, Andreu Buenafuente y José Corbacho.

Vázquez, el hombre que pegaba sablazos a todos sus conocidos para llegar a fin de mes (algunos estudiosos dicen que era más la leyenda negra extendida por el propio autor que la realidad) parecía reflejarse en parte –también aparecía como su némesis, el malvado Vázquez– en el seductor carpetovetónico al que se le desarmaba la pistola y al que, de forma recurrente, acaba persiguiendo un tiburón en alta mar.

«Vázquez es sin duda uno de los más grandes historietistas de todos los tiempos de este país», explica Manuel de Cos, editor de cómics de Ediciones B, la empresa que absorbió a la mítica Bruguera y que hoy edita al personaje. A Barcelona llegó en su juventud el madrileño Vázquez precisamente para trabajar en Bruguera, que entonces era la Meca de los historietistas nacionales –la redonda novela gráfica de Paco Roca «El invierno del dibujante» ofrece un retrato valioso de cómo funcionaba la editorial–. «Anacleto, de hecho es de la época media suya. Él empieza muy joven: en los años 40 ya hizo las hermanas Gilda, de las que queda un gran recuerdo. Otros de sus grandes personajes son la familia Cebolleta y la familia Churumbel. Y, por supuesto, Anacleto», recuerda De Cos.