«Maggie’s plan»: sonría, esto es Nueva York
Una comedia netamente neoyorquina dirigida por la hija de Arthur Miller relaja el tono de una Berlinale en la que predomina el drama
Las actrices Emma Thompson y Julianne Moore dieron hoy el toque de distinción, inteligencia y sensualidad en la Berlinale, la primera al frente de film "Alone nazi"
Es de agradecer que, ante la alarmante falta de sentido del humor de la sección oficial de la Berlinale, replegada de dolor y empachada de grandes temas, aparezca una película como «Maggie’s Plan», presentada en Panorama. Comedia típicamente neoyorquina, saturada de intelectuales inmaduros y autocomplacientes, es también un estupendo retrato femenino que haría las delicias del Rohmer más ligero y empático, que confirma a Greta Gerwig como un género en sí misma y que demuestra la sana capacidad autoparódica de Julianne Moore.
A Rebecca Miller no le falta pedigrí: escritora y cineasta, es hija del dramaturgo Arthur Miller y esposa del actor Daniel Day-Lewis. Ambienta su película en el entorno académico nutriéndose, confesó en rueda de prensa, de las experiencias de una de sus mejores amigas, que enseñó en la Universidad de Nueva York durante diez años. Seguro que conoce las estimulantes teorías sobre las comedias de enredo matrimonial del filósofo Stanley Cavell, pero su película, aunque se divierte con el solipsismo y la egomanía de profesores, ensayistas y aspirantes a escritores, nunca cae en la trampa de lo que pretende criticar. Prefiere la frescura, la espontaneidad, a la mirada analítica.
Maggie (Greta Gerwig) quiere controlar su destino. Está preparada para ser madre pero no para tener pareja. Cuando decide hacerse una inseminación, conoce a John (Ethan Hawke), profesor como ella, casado con una académica de origen danés (Julianne Moore), dominante y narcisista. Se enamoran. Años después, juntos y con una hija, el matrimonio no es lo que esperaba, y Maggie urde otro plan maestro, con el inesperado apoyo de la ex de su marido, para retomar las riendas de su vida. «La película habla de las nuevas dinámicas familiares, de cómo en ese contexto debemos reinventar nuestros destinos y sentirnos responsables por ello», explicó Miller. «Ahora hay muchos tipos de familia», admitió Gerwig. «Tengo una hermana y un hermano que no son biológicos, pero eso no cambia nada. Una familia es un grupo de gente que se cuida mutuamente». Buena parte del encanto del filme tiene que ver con la interpretación de Gerwig. Es una actriz de raza: a pesar de que parece encarnarse a sí misma una y otra vez (desde «Greenberg» a «Frances Ha»), hay en ella un carisma, o una mezcla, como le espeta el personaje de «Maggie’s Plan», de «pureza y un punto de estupidez», que dan una autenticidad a sus trabajos insólita. Su personalidad parece alimentar el talento de Hawke y Moore, y juntos contribuyen a que la comedia resulte inteligente sin ser petulante. La petulancia del cine de prestigio, de «qualité», estropea la que fue la cita obligada del certamen con la memoria histórica teutona. En «Alone in Berlin», el antaño actor Vincent Perez consigue que dos intérpretes tan versátiles como Emma Thompson y Brendan Gleeson parezcan recortables de cartón en una Alemania nazi de plató diseñado por Goebbels.
- Ante el nazismo
Aunque el telón de fondo sea de sobras conocido, la trama incide en las distintas, e incluso opuestas posturas que la sociedad civil de la época tomó respecto al nazismo. En un lado del ring, los que perdieron a un hijo en la guerra y empezaron a manifestarse, callada pero tercamente, contra el nazismo. En el otro, los colaboracionistas y delatores. En el medio, Vincent Perez, incapaz de imprimir un mínimo nervio a un relato rígido y sin matices. A la rigidez de «Alone in Berlin» se opone la fluidez mercurial de «Crosscurrent», que intenta tomar como pretexto el recorrido del río Yang-Tse para articular su discurso sobre la fugacidad del tiempo y del amor y los cambios demográficos del paisaje de la China contemporánea. El problema del filme de Yang Chao es que quiere ser «Naturaleza muerta» e «In the Mood for Love» simultáneamente, y, tras una primera parte críptica y digresiva, se siente obligada a explicar sus secretos desde una voz en off expositiva que nos vende gato por liebre.
Europa en estado de demolición
A Danis Tanovic que no le vengan con sutilezas. El hotel donde se desarrolla, a la manera de Robert Altman, su alegoría sobre el declive del imperio europeo se llama, cómo no, Europa. El día en que una delegación de diplomáticos comunitarios llega a Sarajevo, en plan «Bienvenido Mr. Marshall», para conmemorar el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, el barco se hunde. En la azotea, se debate sobre la guerra de los Balcanes como si no hubiera terminado, los trabajadores del hotel se preparan para una huelga y un hombre ensaya un discurso que destila el malestar occidental. A «Muerte en Sarajevo» se le nota tanto que es una cinta de tesis que su mensaje cae en saco roto.
"Maggie's Plan"
Moore acudió con la película "Maggie's Plan", exhibida fuera de competición en la sección Panorama y dirigida por Rebecca Miller, hija del dramaturgo Arthur Miller y esposa del actor Daniel Day Lewis.
Una sola palabra -"sexy"- utilizó Moore para calificar a su compañero de reparto en esa película, Ethan Hawke, ausente en la presentación, para añadir que cuanto más le conoce más le gusta trabajar con él.
Sexy apareció asimismo ella, con 55 años -uno menos que Thompson- aportando a la presentación del filme el ingrediente de atractivo mediático necesario para atraer la atención de la atareada prensa en un festival donde se proyectan un total de 438 películas, incluidas las 18 seleccionadas a competición.
Al film de Miller le vio la crítica internacional presente aires de intriga a lo Alfred Hitchcok, lo que la directora por supuesto agradeció, aunque no se la vio muy convencida de que se le aplicara el término thriller; "debe serlo, en el sentido de que abre ventanas a la intriga, a que cada personaje tiene su misterio", concedió.
La protagonista principal, Greta Gerwig, interpreta el papel de una mujer sobre los 30 años que quiere ser madre sin someterse a las ligaduras de una relación de pareja, idea que se le viene abajo cuando conoce al matrimonio formado por Moore y Hawke.
Efe