«La maleta de marta». Basta ya de maltrato

Las manos de la foto pertenecen a una mujer que muestra las cuchilladas que le profirió su marido. Pero tiene más: en la espalda, en el vientre, en los brazos, en el alma. El alma la tiene todavía medio rota. El documental narra en paralelo dos historias reales: la de una víctima de violencia de género que escapó viva de milagro, y la de un puñado de agresores y acuden a un programa de «rehabilitación» en Salzburgo, donde nació el director. Marta es valiente, y muestra el rostro a cámara mientras recuerda cómo fue atropellada por su ex pareja y luego apuñalada 16 veces, cómo su propia familia le dio la espalda, cómo cayó en el alcohol cuando se vio sola y aterrada en una silla de ruedas. Marta, desde que pusieron en libertad a este tipo, vive en paradero oculto. Normal que cuando tomen la palabra ellos (y no muestran nunca la cara), cuando reconozcan que llevan a una mala bestia en las tripas, el público tuerza el gesto y le cueste creer que están cambiando. Un duro filme necesario para mirar de frente este drama que corroe nuestra sociedad enferma. Porque en los ojos de Marta, un día, podemos reflejarnos todos. Y todas.