La Seminci proyecta de la única película española a concurso, «L'artèrie invisible»
¡Qué pena! Qué buen argumento, qué personajes más malvados en la película de Pere Vilà Barceló “L´arteria invisible”. El problema es la forma de narrar, la estética del aburrimiento. Si la historia de un chantaje basado en una falsedad a un político, si la historia verdadera y muy sucia de todos los personajes, se estropea, es por los largos planos estáticos de rostros, de paredes, que como “gran acierto” tienen enchufes o llaves de la luz. Abundan las escenas sin terminar y la incongruencia. Por ejemplo, señora del político empeñada en tener un hijo, miente, se coloca una prótesis de embarazo, pero ya tiene un hijo mayor. Tontería en función del hiperrealismo: una mujer se levanta de la cama y se viste sin ir al baño ni a lavarse las manos y con las mismas bragas con las que ha dormido. Si la mujer le está haciendo faenas, el marido por qué no le dice nada de las cosas que le ha visto hacer... Y esto por no hablar de los planos en donde los personajes hablan en off, porque lo que vemos es una pared...
Una buena película israelí, titulada “Tikkun”, de Avishai Sivan. Ambientada en una sociedad hiperortodoxa hebrea, incluyendo hasta el ritual en los mataderos. Una persona admirada por su fervor religioso, valorada en su trabajo de enseñante, sufre un desmayo. La llevan al hospital y los médicos certifican su muerte. Su padre no lo acepta y comienza a masajearla hasta que “resucita”. A partir de ahí, todo cambia. El profesor empieza a dudar de su fe y el padre a pensar que ha contravenido la ley de Dios al provocar la resurrección. Muy buena película que, en la última edición del festival de Locarno, fue recompensada con el Premio Especial del Jurado.
”The girl king” de Mika Kaurismäki, hermano de Aki, es la tercera de las películas de la competición de hoy. Mika es cliente de la SEMINCI, ha estado aquí en otras tres ocasiones. Se trata de una versión de la historia de la reina Cristina de Suecia, bien reconstruida pero que sólo aporta a las versiones que ya conocemos la presencia de Descartes y el fuerte amor lésbico de la protagonista. En “Abdicación”, de Liv Ullman, el lesbianismo sólo se rozaba, en la versión con Greta Garbo, se jugaba a la ambigüedad masculina de la reina y sus amores con el embajador español.