Locarno: no es tan fiero el leopardo como lo pintan
Locarno acoge un año más su prestigioso festival de cine interacional. Son ya 67 ediciones, más de medio siglo como plataforma inernacional para el cine que no proyectan las grandes citas europeas. En esta ocasión, la cita inauguró sus proyecciones entre jornadas de abundante lluvia y un ambiente dominado por la reflexión de que la gente no acude a las salas de cine, los locales exhibición cierran en las ciudades y el cosumo de películas a través de ordenador y otros dispositivos móviles se está convirtiendo en la principal distracción apartando al cine. No es novedad. Por delante quedan las jornadas de Locarno, la ciudad suiza de habla francesa cuya Piazza Grande está presidida por la pantalla de cine más grande Europa, con más de dos mil asientos para presenciar las sesiones alternativas y la oficial, donde las películas compiten por el codiciado Leopardo de Oro. En la comparación de películas que entran en el concurso, "Fidelio, L'Odissée Dalice"quedaría fuera de la puja, pues no cuenta con la categoría suficiente, ni por el argumento, ni por el reparto y tampoco por la interpretación. En la misma línea negativa se encuentra la italiana "Perfidia"de Bonifacio Anglus, que presenta un grave defecto: plantea secuencias y no las resuelve. En su baja categoría coinciden hasta los críticos de su mismo país. La opinión mejora con la suiza "L'Abri"de Fernand Melgar, que podría considerarse aceptable. Presenta con un aire casi documental la trágica suerte de quienes buscan trabajo en una Suiza para ricos.
Con menos dotes, Andrea Staka no consigue un buen resultado en pantalla para su "Cure-the life of another". Tampoco se le puede reprochar, pues parte de un guión francamente malo, con una torpe dirección de la que podría ser una historia buena pero que se estropea por no saber resolverla en condiciones. Dos amigos entre los que surge una tragedia y aparece el eterno tema de cambios d epersonalidad. Mejor valorazión merece "A la vie"de Jean Jaques Zimmerman, que logra una canto a la amistad d etres mujeres, tejida en un terrible campo de concentración. Lo cierto es que la programación de la presente edición no da la talla en ninguno de sus niveles. Y es una opinión extendida entre la prensa y los críticos, por la poca categoría de sus películas, que sorprendentemente llegan a este prestigioso festival. Por ejemplo, "Dos disparos"del argentino Martin Retman no tiene buena dirección. Sus personajes aparecen y desparecen y la historia es contada por una voz en off. La crítica dice en broma que en general son películas "locarneras", pero en realidad pocas podrían ser estrenadas o pasar por la televisión.
En el concurso también entra "A Blast", de nacionalidad griega,que anuncia la dureza de sus imágenes cuando en realidad no es para tanto y la valoración general es que se trata de otro desastre de película a pesar de su magnífica intérprete, que vive el personaje de forma magistral, como protagonista de una historia de amor loco. La torpeza está en contarla con muchos flash-backs. Muchos mejor "The Hundre-foot journey", prácticamente perfecta porque es incluso entretenida. Las proyecciones de Piazza Grande se salvan por ser amables y correctas. Comedias que esconden alguna crítica dura, como la de Schweizer Helden y su historia de una señora recién divorciada a la que abandonan sus amigas. Baja el listón "Listen Up Philip"de Alex Ross Perry y aún peor "Cavalo Dinherio"de Pedro Costa. Entre las proyecciones, victor Erice ha recibido el premio a su carrera y toda su obra ha podido ser vista por el público del festival. Es una alegría que en Suiza se acuerden de él, al contrario que en España.
Pasado el "escándalo"por el asundo Polanski, más bien por su ausencia, el festival prosiguió con su programación sobre la que destacó como buena producción "Alive". Este filme coreano, tiene actores y actrices que interpretan de forma magnífica en un duro invierno con el escenario de una fábrica de soja. Hasta ahora queda mal sabor de boca con la china "The Iron Ministry", dirigida por un estadounidense. Poco que decir de esta proyección, salvo que sigue en la tónica baja de este festival.