«Los Minions»: hay vida antes de Gru
Su exitosa aparición en las dos entregas de «Mi villano favorito», ha hecho que estos seres amarillos y torpones tengan película propia. La cinta narra las andanzas de Kevin, Stuart y Bob por el Nueva York y el Londres del año 68, en busca de un malvado a quien servir
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Su exitosa aparición en las dos entregas de «Mi villano favorito», ha hecho que estos seres amarillos y torpones tengan película propia
A veces un secundario se salta sin querer la jerarquía y, en los afectos del público, se sitúa al mismo nivel, o incluso por encima, del protagonista. Quienes hayan visto, por ejemplo, «Charlie y la fábrica de chocolate» recordarán el gran éxito cosechado por los estrafafalrios Oompa Loompa. Con «Gru: mi villano favorito», estrenada en octubre de 2010, sucedió algo parecido: los pequeños Minions, aquellas criaturas amarillas que estaban al servicio del malvado Gru, se hicieron de algún modo con la película. Los siervos se «comieron» en pantalla a su señor. Y, desde entonces, muchos pensaron y hasta expresaron la siguiente idea: estos chicos se merecen una película propia. El clamor debió llegar rápidamente a Universal, pues después de la segunda cinta de la saga («Gru: mi villano favorito 2», 2013), la «major» se puso manos a la obra con esta petición popular. El resultado son «Los Minions», así, a secas: un largometraje sólo para ellos, por ellos y con ellos.
Estreno previo en Europa
El francés Pierre Coffin, creador de «Gru» y de «Los Minions», asegura que estas crituras amarillas que hablan un dialecto propio y desternillante, «llegaron por casualidad», en la necesidad de buscar esbirros más «blancos», más simpáticos, para humanizar a Gru y que su villanía fuese solo aparente. El reto, ahora, era dotarlos de vida autónoma y un guión a la altura de las expectativas que habían generado. De hecho, esta animación es la gran apuesta de Universal para el verano y espera recaudar por encima de los 100 millones de dólares. El estreno en Estados Unidos será la semana que viene, con siete días de retraso respecto a Europa. ¿Llegarán las carcajadas de Madrid o Londres hasta las salas norteamericanas? Todo depende de ellos, de los Minions, y de sus creadores.
Pero antes conviene saber qué son exactamente los Minions. Para quienes ronden la treintena estos seres, esta extraña etnia amarilla y multitudinaria, les recordarán por su espíritu gregario y torpón a los Lemins del célebre videojuego. Los Minions ya estaban aquí, en la Tierra, antes de que los dinosaurios hicieran su aparición, a la par que los primeros organismos unicelulares hacian de nuestro planeta un lugar habitable. Desde su creación, los Minions vienen sintiendo la necesidad de «trabajar» para alguna entidad superior y su errada intuición los hace acabar en manos de los más grandes villanos de la historia: desde el Tiranosaurus Rex hasta Napoleón, pasando por los faraones del antiguo Egipto. Sin embargo, su animo candoroso y su naturaleza juguetona hace que siempre yerren el tiro y acabe por trasparentar la genuina bondad de esta «raza» diminuta. La acción, después de plantear el origen de los Minions, arranca en los años 60, cuando esta colonia se encuentra sin amo a quien servir y en el gélido Ártico al que han sido desterrados. Presa de la desesperación y la depresión, el resoluto Kevin decide redimir a su pueblo, salir al exterior y buscar un nuevo villano a quien servir. El «rockero» Stuart y el pequeño (y entrañable) Bob le servirán de escuderos. En su periplo llegan al Nueva York del año 68, plagado de pantalones de campana y música lisérgica. Es allí donde tienen noticias de una convención de villanos en Orlando, lugar en el que, finalmente, darán con los malvados que iban buscando: Scarlet Overkill, la primera super villana femenina, y su esposo Herb, un tipo con todas las pintas de ser el quinto Beatle.
Sandra Bullock y John Hamm prestan su voz a estos dos coprotagonistas que, en la versión española, interpretan Alexandra Jiménez y Quim Gutiérrez. Ninguno de los dos había trabajado previamente en doblaje –a excepción de pequeñas incursiones para la publicidad–, pero la experiencia ha sido tan gratificante que ambos están dispuestos a repetir, e incluso deseosos. «Scarlet es una loca bipolar y egocéntrica cuyo patetismo la humaniza y hasta acaba cayendo bien», señala Jiménez, quien viene de rodar con la «deslumbrante» Victoria Abril la cinta «Móstoles no es lo que parece». A Alexandra el papel de malvada le atrajo desde el principio: «Es interesante salirte de lo correcto, jugar a ser lo que no vas a ser nunca». Quim Gutiérrez también ha disfrutado la experiencia de meterse en la piel de un tipo «sumiso por voluntad propia, con esa actitud californiana que tiene, como de hippy pijo». Aunque no había visto en su día las dos películas sobre Gru, apenas le surgió esta colaboración, corrió al videoclub y acabó conviertiéndose en «muy muy muy fan» de los Minions.
Quien ya lo era es Abraham Mateo. El joven ídolo musical de las adolescentes estaba convencido de que estos seres «se merecían una película propia». Universal se puso en contacto con él para cantar en español la canción que el histórico Donovan interpreta en la versión original. «Es un tema con un rollo retro que ahora mismo lo hace muy actual, porque se lleva echar la vista atrás en música», señala. Mateo ya había trabajado en «Frozen» y para él es todo un «orgullo» recoger el testigo de David Bisbal y Xuso Jones, que cantaron para las versiones de «Gru» y «Gru 2». En Latinoamérica será Ricky Martin quien interprete el tema «Mellow Yellow».
Música sesentera
La canción original data de los años 60 y entronca a la perfección con una banda sonora que hará las delicias de los mayores. Temas superclásicos de The Doors, Aerosmith, Smashing Pumpkins o The Who que permiten ubicar rápidamente la acción en un tiempo muy concreto. Además, las constantes refrencias culturales al mundo anglosajón de aquella década prodigiosa –la película transita desde Nueva York hasta Londres– permite disparar el «target» de público de «Los Minions», que no es exclusivamente una cinta para los más pequeños. Por esta producción desfilan personajes tan conocidos como el mencionado Napoleón o la Reina de Inglaterra. Sin duda, los mayores podrán extraer un mayor jugo a este juego de referencias.
Capítulo aparte merece el extraño idioma de los Minions, una jerga que en ocasiones es medio comprensible y a veces se escapa totalmente al entendimiento. Algunos hablan de esperanto, pero Pierre Coffin lo define como «Gibberish», una palabra que hace refrencia a un lenguaje sin sentido y onomatopéyico. «Es una mezcla de idiomas de todo el mundo y con ello buscábamos un ritmo y una melodía particular y mágica que hiciera de lo que no tiene sentido una especie de sentido», asegura el creador. Esta curiosa forma de hablar es uno de los atractivos de una película en la que destacan los «gags» propios del «slapstick», muchos de ellos motivados por la curiosa morfología de estos seres pequeños pero elásticos cuya gran aptitud no reconocida es la capacidad de meterse en problemas y salir airosos de ellos.
UN MALVADO EN BUSCA DE SECUACES
Todo empezó con Gru (en la imagen). De hecho, «Los Minions» son técnicamente un «spin-off» o una precuela de las aventuras de este malvado que protagonizaba las dos entregas de «Mi villano favorito». A este personaje le conocimos en 2010, en la película que contaba sus trastadas con objeto de perpetrar el plan más abonimable de la historia, incitado por su madre: robar la Luna. Sin embargo, tres niñas huérfanas caen en sus manos y tendrá que ejercer de niñera, lo que, poco a poco, va reblandeciendo su malvado corazón. Fue en esta película donde aparecieron por primera vez los Minions. En la segunda entrega de «Gru», el personaje principal ya ha dejado atrás su vida disoluta y tendrá que hacer frente a una organización mundial secreta que aspira a tomar el trono del Mal. Las tres «ahijadas» (Margo, Edith y Agnes) volvían a aparecer en esta película de 2013, donde los Minions seguían muy presentes. En la cinta que ahora dedica Universal a estos seres amarillos, Gru tiene una aparición estelar, con lo cual la saga cierra (al menos temporalmente) el círculo. Ahora la pregunta es: ¿ha concluido este capítulo de la animación o habrá nueva entrega de «Gru» o de «Los Minions»? Y en este segundo caso, ¿quién ganará la partida del protagonismo?