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«Mamma mia!», el himno a la alegría de ABBA (otra vez)

Diez años después del estreno de la primera película, el director Ol Parker reúne de nuevo al elenco del exitoso musical y suma a una de las grandes: Cher.
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Diez años después del estreno de la primera película, el director Ol Parker reúne de nuevo al elenco del exitoso musical y suma a una de las grandes: Cher.
Quedaba mucho por contar y por cantar. «Mamma Mia! Una y otra vez» se ha hecho esperar una década, pero no ha perdido un ápice de frescura. Cuenta con todos los actores de la primera parte y aunque parecía que poco se le podía añadir a aquel final feliz, la trama se centra ahora en cómo empezó todo. La secuela, o precuela, según cómo se mire, sigue dos líneas temporales que se alternan. Por un lado, volvemos al pasado, junto a una joven Donna, que tras graduarse decide viajar a la isla griega de Kalokairi (las casas siguen igual de blancas y las playas cristalinas aunque, en realidad, la película se rodó en Croacia por motivos económicos). En el camino se cruzan las versiones veinteañeras de sus tres amores: Sam (Pierce Brosnan), Harry (Colin Firth) y Bill (Stellan Skarsgrd), interpretados por Jeremy Irvine, Hugh Skinner y Josh Dylan. Por el otro, en el presente, Sophie (Amanda Seyfried) descubre que está embarazada, con algún problema matrimonial –nada que no pueda resolverse en un número musical–, y a punto de relanzar el hotel de su madre.
Enlazando ambas historias a través de «flashbacks», la película recupera grandes éxitos de ABBA, como «Knowing Me, Knowing You» o «Waterloo», que en la primera estuvo relegada a los créditos. También interpretan otras menos conocidas, como «Earlier this year», «Angel Eyes», «I Wonder» y «When I Kissed The Teacher». Y no se olvida de «Mamma Mia!» ni «Dancing Queen». No debería sorprender que llegue una secuela. Después de recaudar más de 600 millones de euros en taquilla con la primera parte, la pregunta es, más bien, ¿por qué no se había hecho antes? «No toda historia necesita un nuevo capítulo y no toda película necesita una secuela. Quisimos encontrar una razón para ello, queríamos un guión más emotivo, y nos llevó un tiempo encontrarlo», señala el director Ol Parker, que ya recibió buenas críticas con «Hotel Marigold». Algo similar alega la productora, Judy Craimer, quien ha llevado el musical original a los escenarios de más de cincuenta países. «Teníamos que encontrar la historia adecuada y queríamos incluir a todo el casting original». Esto último no fue un problema. Los veteranos han dado las gracias por la música y, sobre todo, por volver a vivir la experiencia.
«“Mamma Mia!” siempre tendrá un lugar especial en mi corazón, viví algo mágico hace una década, sobre todo al ver la inmensa alegría que el filme contagió a los espectadores en todo el mundo; como actor solo puedo sentir gratitud por recibir de nuevo este regalo», asegura Pierce Brosnan. Tal fue el entusiasmo que incluso algunos dieron el sí sin conocer la trama de la secuela. «Me lo pasé tan bien en la primera que acepté participar antes siquiera de leer el guión, solo pregunté: ¿estaremos los mismos?», confiesa Christine Baranski. «La historia nueva me transmitió mucho por su originalidad y por la evolución y madurez de todos los personajes, que esta vez lidian con sus propias deudas emocionales».
Una decisión desconcertante
Junto a ellos también irrumpen una nueva generación de actores, entre los que destaca Lily James, conocida por «Cenicienta» y «Baby Driver», que se reencarna en una leyenda como es Meryl Streep, aportando su estilo propio. Le acompañan las otras chicas Dynamo, interpretadas por Alexa Davis y Tanya Cresham-Leigh. Aunque Donna está, de una forma u otra, presente en toda la película, la participación de Streep es muy escueta, algo que ha desconcertado a los fans desde que se hiciera público el tráiler. Ni el director, ni la productora ni la propia Streep han aclarado el por qué de la decisión; se han limitado a llenar el vacío con la diva entre las divas, Cher, en el papel de abuela. Su presencia lo eclipsa todo desde que aterriza en helicóptero en la isla. Poco importa que sea solo tres años mayor que su supuesta hija –Streep tiene 68 y Cher, 72–, en el universo Mamma Mia! todo parece posible.
La cantante, que se confiesa fan de ABBA, llevaba desde 2010 alejada de la gran pantalla, tras protagonizar «Burlesque» junto a Christina Aguilera. Ahora ha podido compaginar el rodaje con la preparación del musical sobre su vida que se estrenará en Broadway a finales de año. «Llegué aterrorizada al set, porque todos ellos se conocían y eran como una familia, pero me sentí muy querida en todo momento», confiesa. Interpreta, además, uno de los grandes números del filme, «Fernando», junto a Andy García, que explota la baza que tanto gusta en Hollywood, la de latino seductor. García ya tenía cierta experiencia como cantante, por ejemplo, versionando «Guantanamera» con Lucrecia, pero aun así afirma que este ha sido uno de los grandes retos de su carrera. «Me emocionó mucho el poder cantar con Cher, siento un respeto inmenso por ella», asegura, y destaca que se creó muy buena sintonía entre ambos: «Desde el primer momento nos reímos muchísimo, tiene un sentido del humor mordaz».
Pocas películas consiguen transformar una sala de cine en un teatro, en el que los espectadores aplauden, cantan y se ponen en pie, como sucedió en el preestreno. En esto ABBA tiene mucho que ver: no importa el tiempo que pase, la banda que ganó Eurovisión hace cuatro décadas sigue gustando como el primer día. «Mucha gente me dice: “Tu música me ha salvado”», asegura Bjorn Ulvaeus, miembro de la banda sueca. Y el filme les va a relanzar, una vez más, a ellos. Han grabado dos canciones nuevas y preparan una gira con hologramas. «Estaba convencido de que caeríamos en el olvido dos años después de separarnos», confiesa, entre risas. No podía estar más equivocado.