«Mi vida a los sesenta»: Alemana madura busca un hijo

Tras verse jubilada a la fuerza, Louise decide emplear los óvulos que congeló hace mucho tiempo para ser madre. Una decisión que la directora de «Mi vida a los sesenta», Sigrid Hoerner, experimentó en parte: «Yo los congelé por razones médicas porque me sometí a una quimioterapia. Llegó un momento en el que me planteé qué hacer con ellos y si era muy mayor». Un artículo sobre una mujer inglesa de 63 años que decidió ser madre (y la polémica que generó) le dio el resto del argumento.

En la cinta, la planificada vida de Louise da un vuelco cuando conoce a Hans, un galerista de su misma edad que quiere encontrar la nueva promesa del arte contemporáneo. Una serie de constantes encontronazos dan la vuelta a sus monótonas vidas. Mientras que la de Louise es claramente aburrida y poco emocionante (vive con su madre y pone límites a todo), Hans finge ser más joven de lo que es y se engaña constantemente a sí mismo. Gracias al contacto con el otro sus mundos se irán llenando de sentido.

Tras producir un gran número de películas, Sigrid Hoerner se lanza a la dirección con esta comedia que trata un tema que todavía se mira con cierto recelo: «Cuando un asunto genera polémica y es controvertido somo éste, sigo de cerca el interés que genera y planteo preguntas». La comedia, mantiene, es un claro ejemplo de que los alemanes también tienen sentido del humor y saben exportar el género lejos de la imagen de seriedad que se les asocia: «En Alemania funcionan muy bien pero es cierto que no suele viajar al extranjero porque sin duda es un humor muy especial y depende enormemente del lenguaje. Aunque creo que mi cinta no es sólo una comedia, sino que también habla de personas con debilidades».