«Mister universo» gusta a Locarno

Luce el sol tras la tremenda tormenta. Sin embargo, las películas no alegran mucho la vida. En concurso, la francesa «La prunelle de mes yeux», escrita y dirigida por Axelle Ropert –sin idea de lo que es hacer un guión y dirigir ese texto–. Durante la primera media hora reímos: una chica ciega y un caradura que se convierte en falso ciego para ligársela. Pero una película de este tipo debe tener muchos gags, porque, tras esos treinta minutos, la cinta se muere al dejar de tener gracia por la reiteración de la nada.

Otra película a concurso es una coproducción extraña entre Argentina y Estados Unidos, «Hermia & Helena», escrita y dirigida por Matías Piñeiro. Con el tema de una señora que quiere traducir al español la obra de Shakespeare «El sueño de una noche de verano» se monta una historia de variopintos personajes que viven en Nueva York. Lo curioso de la película es que está bien rodada, los personajes son creíbles, los actores y actrices están bien, pero no te interesa nada.

Por último, sí podemos defender «Mister Universo», dirigida por Tizza Covi y Rainer Frimmel. Realmente es un documental con personajes reales, con uno de los primeros Mister Universo, Arthur Robin. En un circo un poco cutre los autores nos muestran más la trastienda de ese circo y no el espectáculo, y así vemos a varios personajes y, sobre todo, a otro real que es Tairo Carolli, domador de leones y tigres que busca al Mister Universo para que le dé un hierro de la fortuna, porque el que le dio cuando tenía cinco años se lo han robado. Bella película documental con algunos momentos realmente brillantes, con una parte final espléndida.

Con gran dolor mío hace unos días le dieron a Jane Birkin un Pardo de honor a su carrera: ¿qué carrera? Además, y ahí está mi dolor, la Birkin está gordita.