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Sam Mendes: «Todos los filmes de Bond con Daniel Craig culminan en éste»

Sam Mendes. Parece el hombre impasible, pero luego sonríe alguna vez mientras responde con la voz rota a las preguntas de la Prensa. Debe de estar cansado, acaba de aterrizar en Madrid, donde, junto a Monica Bellucci, viene a presentar la notable, dinámica «Spectre». Bond/Craig «for ever»

Una escena de la nueva entrega de la ya longeva saga de Bond con un Daniel Craig de nuevo en plena forma
Una escena de la nueva entrega de la ya longeva saga de Bond con un Daniel Craig de nuevo en plena formalarazon

Sam Mendes firma su segunda película de la saga, tras «Skyfall», con una historia muy dinámica en la que revive algunos de los iconos que han acompañado durante todo este tiempo al mítico superagente «british», a quien encarna de nuevo Daniel Craig

A quien lo vea caminando (arrastra un poco los pies, será cansancio) por los pasillos del Teatro Real, un turista chino, por ejemplo, le costará adivinar que este señor con barba, ronquera y vestido de un negro anodino es un gran director de teatro y de cine, el autor de «American Beauty» y «Camino a la perdición», por ejemplo. Mendes se rasca un poco la barbilla y aguza la mirada cuando responde a la Prensa. Y suelta carcajadas huecas que retumban en la sala del coliseo madrileño, donde presentaba hace unos días «Spectre», una nueva y maravillosa entrega de la ya larguísima saga de James Bond. Mendes ha conseguido lo imposible: que 007 se conserve como en salmuera.

–Cuando le propusieron dirigir el anterior filme a éste de 007, «Skyfall» (2012), le costó muchísimo aceptar el reto. Dudó bastante, pero, ahora presenta al nuevo Bond otra vez. La experiencia anterior debió parecerle muy buena...

–El reto era no repetirme y arriesgar, tener una posición más en positivo, averiguar la historia emocional del personaje, todas las películas de Bond protagonizadas por Craig culmiman en ésta. Existe una variación en el tono, hay un elemento más de juego, de diversión, y una mayor riqueza de exteriores.

–Hay quienes han dicho tras ver el filme que incluye numerosos homenajes a las cintas con Roger Moore en la piel de 007.

–Daniel y yo nos criamos con esos títulos, de ahí que, en efecto, haya referencias claras a ellos. Pero incluso creo que habrá espectadores que vean guiños que tampoco están... Existen tantos ingredientes retros en Bond que, aunque no lo quieras, están presentes. De hecho, hemos incluido figuras de su pasado, como los personajes ya muertos, que viven de nuevo, elementos clave en la historia, símbolos... Mezclar todo eso con la mitología de 007, ahí precisamente reside la esencia de su figura.

–Existe, asimismo, un trasfondo político en la historia de suma actualidad.

–En efecto, la anterior cinta surgió después del escándalo protagonizado por Julian Assange, y ésta tras la aparición de Gran Hermano, de esa vigilancia tan absoluta a la que todos somos sometidos, y no siempre son los buenos quienes nos vigilan... En esta sociedad nos consideran culpables hasta que se demuestre nuestra inocencia... En «Spectre» ofrezco como entiendo yo el mundo, y supone a su vez una reflexión sobre cómo Bond se relaciona con este entorno actual.

–¿Y, si se lo propusiesen, aceptaría volver a ponerse detrás de la cámara para rodar otra vez las andanzas de Bond? ¿Desde qué perspectiva lo haría ahora?

–No lo sé, lo dudo ahora mismo, es imposible para mí decidir en este momento qué debería contener dicha entrega, con películas así siempre deben existir dudas, incertidumbres, has de arriesgar más... Mejor no saber quién dirigirá la próxima ni sobre qué va a tratar.

Pero, advierte, «Spectre» no significa tampoco que haya «dinamitado» a Bond, que le de la vuelta al mismo como un calcetín: «Jugué un poco con la iconografía, pero no he destruido nada. Por otra parte, nunca hay que volver al pasado. Ahora mismo podría decirte cinco historias sobre 007 sin regresar a lo anterior. Hay que trabajárselo, que cada cineasta lleve a su terreno el Bond que desea. El público, en última instancia, es quien crea una demanda. Más que ser el fin de la franquicia, creo que ésta se ha fortalecido».

–¿Y la idea de incluir a una chica Bond cincuentona? Es muy rompedora, con todo, la decisión.

–Monica Bellucci es muy bella, e italiana. Su aparición en el filme supone el fin de un tópico, ese que concierne a la chica Bond joven. Lo más importante para mí era que la historia y el personaje encajasen, ella interpreta a una mujer con una vida estable casada con un ser peligrosamente poderoso. Gracias a Dios que existe Monica Bellucci y que se acopló tan bien al papel. En nuestra sociedad ha cambiado el papel de la mujer, y yo quería contar así esta cinta. De hecho, las tres jóvenes que aparecen en «Spectre» son mucho más que una cara bonita, son iguales que Bond, no las impresiona por él mismo.

Actor ecléctico

Y hablábamos de la impresionante Monica Bellucci, la hermosa y un poco frágil en persona actriz, que también estuvo en Madrid para presentar la película. Sobre Mendes y 007 lo tiene claro: «Lo admiro y quiero mucho, comenzó en el teatro y trabaja como con un bisturí. Ama a los actores porque proviene de las tablas. Él es un intérprete ecléctico. Por otra parte, Craig encarna a un Bond muy moderno. Y formar parte de esta saga y en tanto intérprete madura me atraía mucho. Sí, se trata de un papel breve, pero importante, porque le aporta una información crucial al protagonista, que a partir de la misma puede comenzar su misión». Y Lucía, que así se llama la dama misteriosa, «me ofreció la oportunidad de mostrar un registro distinto. Ella siente miedo, está sola, teme morir. Y, cuando aparece Bond, parece que bailen un tango entre eros y thanatos. Luego comienza una nueva etapa existencial. Su feminidad le salva la vida... Sam deseaba que se viese en la pantalla que se trata de alguien con 50 años.

–Por otro lado, este trabajo me ha hecho crecer en mi carrera, era como seguir un camino cinematográfico. Ha sido una experiencia muy importante.

–Lo cierto es que, de alguna manera, ha entrado a formar parte de un mito cinematográfico.

–Sí, me atraía integrarme en una producción así, en la que han aparecido estrellas como Ursula Andress o Halle Berry. Yo no estoy de acuerdo con que sean mujeres objeto, ya ves a Sophie Marceau, era un personaje de acción. Las que han aparecido en Bond son iconos, y reflejan nuestra evolución propia. Todas las chicas Bond poseen su propia feminidad. En «Spectre» aparecen dos muy distintas, Lucia, que simboliza el pasado, cuando los hombres tenían la palabra, y Madeleine, más activa, independiente y desenvuelta. La cara y la cruz de una realidad que poco a poco va cambiando.

Bellucci: «Es la primera vez que Bond besa a una mujer con arrugas»

Quien diga que esta mujer está demasiado erosionada por los años cuando ya ha cumplido de largo el medio siglo sencillamente estaba mirando para otro lado. O siente debilidad por esos rostros «botoxmizados», pétreos, inexpresivos, los que Spielberg y otros directores odian con ganas. Todas parecen la misma mujer sin edad ni pasado. Bellucci lleva un precioso y ajustado vestido negro con grandes flores estampadas (me apuesto lo que sea a que se trata de un Dolce & Gabana) y unos magníficos y muy altos zapatos Louboutin que observio con añoranza. Claro que la actriz italiana tiene patas de gallo y otras líneas marcadas, pero cualquiera sabe cuándo se está riendo y cuándo cabreada. Todo lo contrario a la Kidman, por ejemplo. «¿Con 50 años qué hago en una película de James Bond? Claro que me lo pregunté, pero Mendes deseaba a una mujer adulta para esta entrega. De hecho, es la primera vez que 007 besa a una mujer con arrugas...», dice Bellucci, quien añade que «se trata de un filme muy bello, su violencia es meramente cinematográfica. Y es también romántico y refleja bien la dualidad del protagonista, que se trata de un hombre bastante racional por una parte pero, por la otra, exhibe sus sentimientos. La película ofrece numerosos elementos nuevos, como, por ejemplo, hablar del terrorismo, un tema muy actual. Y luego están esos increíbles efectos especiales, y las escenas de auténtico amor, algo muy inédito en la factoría. A Bond lo que siente y piensa lo pone en peligro», añade. Y, con los ojos brillantes, asegura que «sí, paso de una cinta pequeña a otra mayor, de una de autor a encarnar este pequeño papel en una superproducción. Sin embargo, a mí el minutaje no me importa, sino crecer en tanto actriz». Sí, parece que le gusta Lucia, la enigmática viuda: «Es una adulta que vive como una niña y de una sexualidad igualmente infantil. Cuando 007 le dice que la salvará se siente seducida por él. Pero creo que se trata de una conquista recíproca queconsigue salvarla de una muerte segura». Una pareja fugaz, perfecta y bella.