«Solo»: sobrevivir a uno mismo
Alain Hernández protagoniza esta cinta basada en el joven que estuvo 48 horas malherido en una cala y que se estrena este viernes
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Alain Hernández protagoniza esta cinta basada en el joven que estuvo 48 horas malherido en una cala y que se estrena este viernes
Nadie echó en falta a Álvaro Vizcaíno, madrileño de 38 años, durante las 48 horas que pasó solo, absolutamente solo, en un diálogo de tú a tú con la muerte en una cala de Punta Paloma (Fuerteventura). Hacía tiempo que, entre las ataduras sociales y familiares y la libertad extrema, había elegido ésta última. Así que solo podía contar con sus propias fuerzas y su instinto de supervivencia. Sucedió el 7 de septiembre de 2014. Se internó por un paraje salvaje para hacer surf, con tan mala fortuna que resbaló en unas dunas y quedó colgado de un acantilado. La única opción de seguir adelante pasaba por lanzarse directamente al mar. Con la cadera rota por tres sitios y un brazo inmovilizado tras la brutal caída, logró nadar hasta una cala, donde, bajo un sol de justicia, sin apenas agua ni alimentos, sobrevivió.
Para Alain Hernández fue una experiencia impagable poder contar con el asesoramiento del propio Vizcaíno para interpretarle en «Solo», la cinta de Hugo Stuven que narra aquellas fatídicas 48 horas. «No solo me dio él mismo nociones básicas de surf, que es algo complicadísimo y que requiere muchas horas de práctica, si no que se me abrió completamente, me explicó desde la parte física –cómo se movía con las heridas, cómo se arrastraba–, hasta todo lo que sentía, su relación con su familia, sus amigos y sus parejas. Solo así pude entender porqué a una persona que desaparece más de dos días nadie la echa en falta», explica Hernández. En la cinta, narrada mediante «flashbacks», Aura Garrido interpreta a una mujer que supone la alternativa de una atadura sentimental que Álvaro se niega a concretar. La desea pero codicia más aún su soledad, su autonomía. «¿Por qué tenemos que llegar a una situación límite para darnos cuenta de todo eso? Ojalá esta película me haya servido para ser mas afectuoso con los míos», señala Hernández.
Álvaro llegó exactamente al límite de la muerte. «Él me explicaba –dice el intérprete– que a la gente que tanto alababa su espíritu de supervivencia, les molestaba que les dijera que hubo un momento que se rindió». Se dejó ir, falto de fuerzas decidió ahogarse, pero un instinto superior a su propio desaliento hizo que saliera a flote. Hernández ha bajado a esas profundidades abisales del alma, pero también ha querido recorrer todo el calvario físico de Álvaro, como esa escena de ahogamiento en la que se tuvo que meter pesos en la mochila y «tragar mucha agua». También decidió acometer la caída hasta el borde del acantilado y el salto desde el mismo. Momentos de adrenalina y tensión que lo han llevado directamente a las lágrimas durante el rodaje. «Si ya es difícil rodar una cinta de este tipo, hacerlo en estas condiciones y con un presupuesto bajo para las dificultades técnicas que teníamos, aún más. Me emociona mucho lo que ha hecho el equipo», concluye.