Steven Spielberg: «Antes teníamos al enemigo más localizado»
Su nuevo filme retrata el siglo XX a través de un personaje real, el del negociador del primer intercambio de espías entre EE UU y la Unión Soviética.
Su nuevo filme retrata el siglo XX a través de un personaje real, el del negociador del primer intercambio de espías entre EE UU y la Unión Soviética.
Basada en una historia real, «El puente de los espías» relata la aventura de James Donovan, un abogado de Brooklyn especializado en la reclamación de seguros (al que da vida Tom Hanks y que hace que recordemos a Oskar Schlinder), que súbitamente se ve inmerso en un relevante caso en plena Guerra Fría, cuando la CIA le envía con la misión, prácticamente imposible, de negociar la liberación de un piloto de un U-2 americano, Gary Powers, que había sido capturado. Ésta es la cuarta vez que Steven Spielberg y Tom Hanks trabajan juntos desde que comenzaran este idilio laboral en 1998 con «Salvar al soldado Ryan», seguido por «Atrápame si puedes» (2002) y «La terminal» en 2004. Durante el rodaje recibieron la visita en el set de la canciller alemana Angela Merkel: se interesó por el rodaje «y nos hizo preguntas muy interesantes. De hecho, nos visitó en la noche más fría de todas. Estábamos vestidos como si filmáramos en el Everest y ella llegó vestida con ropa otoñal. No parecía tener frío», asegura Spielberg. Hablamos con el cineasta y Tom Hanks del rodaje y de cómo se conocieron. Y la suya parece una amistad a prueba de bombas.
–Con «El puente de los espías» parece haber desenterrado la última historia que quedaba por revelar de la Guerra fría.
–Alguien se me acercó un día y me dijo: «¿Quieres hacer un filme sobre cómo se derribó el avión en el que iba el piloto americano Gary Power?» Solamente con eso ya hubiéramos tenido una película entera. Pero más tarde, tanto Tom como yo descubrimos que había mucho más que contar acerca de esa historia. Lo primero que me pregunté es si se había hecho con anterioridad algo sobre este asunto. ¿Qué íbamos a hacer?, ¿recrear los mejores momentos de las películas que tratan de la Guerra Fría? Nuestra idea era componer algo diferente, algo en lo que pudiéramos profundizar.
–La relación entre James Donovan y el espía ruso Rudolf Abel no parece la típica que uno se espera o que ya han abordado otros filmes sobre este tema.
–Intentamos evitar los estereotipos porque su realidad fue bastante distinta a los clichés que se han podido difundir. Mantenían una relación poco común. Para mí era importante que la audiencia quisiera ver otra escena en la Donovan y Abel estuvieran juntos.
–El filme aborda valores atemporales como la integridad, principios morales, aunque también están presentes problemas contemporáneos.
–En aquella época creo que teníamos más el ojo en el enemigo, lo teníamos más localizado. Hoy existe una multitud de ojos mirándonos por todos lados y no sabemos realmente de dónde procede la información importante. Hoy en día «hackear» se ha convertido en un deporte. De vez en cuando aparece un «hacker» con información veraz que le puede hacer conseguir dinero y fama o tener que largarse del país. Cualquiera que hoy sea bueno con la electrónica puede convertirse en un auténtico espía.
–Señor Spielberg, ha trabajado ya con Tom en varias ocasiones. ¿Qué recuerdos tiene de sus primeras interpretaciones?
–Ya era fan suyo cuando interpretaba la serie «Bossom Buddies». También hizo una película en Israel titulada «Cada vez que digo adiós», que me gustó bastante. Lo primero que me llamó la atención de él es que daba la sensación de que no actuaba, decía sus frases como si no hubiera guión, ni necesitara un director, ni luces, le salía de un modo completamente natural, como si estuviera teniendo una conversación normal. Resultaba sorprendente.
–¿Es cierto que le ofrecieron dirigir «Big», uno de los mayores éxitos de Hanks en la pantalla?
–Sí, así es, pero la rechacé porque la había escrito mi hermana Anne. Me reuní con Jim Brooks, el productor, en varias ocasiones y fue muy persistente, me insistía sin parar. Hablé con ella y le expliqué que si yo me ponía al frente y la dirigía, le quitaría todo el mérito, lo que no me resultaba nada justo. Los honores me los llevaría yo y Anne no se la habría valorado como se merecía. Por eso motivo dije que no.
–¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar juntos en «Salvar al soldado Ryan?
–A ambos nos interesa mucho todo lo relacionado con la Segunda Guerra Mundial, lo que significaba un elementos de unión. También sabía que mi padre, Arnold, fue un operador de radio durante la contienda; a los dos nos encantaba hablar sobre documentales que se habían rodado del tema. Recuerdo estar en la cocina de mi casa leyendo el guión del filme e inmediatamente pensar en Tom Hanks para interpretar al capitán Miller. Lo que no sabía es que él también había leído el guión y pensó exactamente lo mismo que yo.
El plus de tener a Hanks
Tom Hanks no dudó en meterse en la piel del protagonista. Enseguida se dio cuenta de que el proyecto era lo suficientemente atractivo como para no renunciar: «No conocía a James Donovan, un abogado encargado de negociar con los rusos para el intercambio de prisioneros tras el fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos, pero me pareció una historia apasionante». Spielberg ha sabido captar la perfecta química entre Hanks y Mark Rylance, el actor que interpreta a Abel: «Donovan y Abel se profesaron bastante afecto. Diré, con el permiso de Spielberg, que un día cogí el teléfono y llamé a Mark y le dije: ‘‘Estamos juntos en esta cruzada de interpretar a estos dos personajes históricos tan relevantes. Vamos a reunirnos y a ensayar nuestro diálogo hasta bordarlo’’. El encuentro se celebró en Nueva York. Es un actor como la copa de un pino». Donovan parece la quintaesencia del héroe, un Schindler en la América de la Guerra Fría. ¿Le ha costado más a Hanks interpretar cuando está basado en un personaje real? «Resulta, en ese caso, más complicado. James Donovan ya falleció, por lo que es diferente llevarlo a la pantalla. Además, hay bastante material sobre él para profundizar en cómo prepararlo y no caer en errores. Por un lado físicamente no me parezco a él en nada, lo cual es un tanto hilarante, aunque no interfiere con mi interpretación. Para mí era importante mantener la integridad del personaje e interpretar correctamente su labor como abogado».
La amistad entre Spielberg y Hanks es sólida. Y así lo recuerda el actor: «Estaba en sexto grado y todos hablábamos del episodio de la serie ‘‘Night Gallery’’, que dirigió. Era similar a ‘‘Twilight Zone’’. Un par de años más tarde leí en ‘‘The Oakland Tribune’’ que había un show en la tele llamado ‘‘Duel’’ que merecía haberse hecho para la pantalla grande. Quedamos para comer. Me parece que hablé con Zemeckis, que se había reunido con él a su vez por la película ‘‘Regreso al futuro’’. Antes de nuestro primer encuentro estaba nerviosísimo. Me dolía hasta el estómago».