¿Teme Hollywood una «caza de brujas»?
Las voces del mundo del espectáculo que se levantaron contra Donald Trump tras su victoria electoral apenas se oyen siete meses después de su llegada al poder. Pocos son los que mantienen una postura combativa en público y quienes lo han hecho, como Jonnhy Depp, han rectificado horas después, aseguran que para no enfadar ni a los estudios ni a los publicistas
Las voces del mundo del espectáculo que se levantaron contra Donald Trump tras su victoria electoral apenas se oyen siete meses después
de su llegada al poder
De todos es sabido que el presidente de EE UU Donald Trump no es precisamente santo de devoción de la mayor parte de la industria cinematográfica americana. La sarta de ataques por parte de actores, directores y ejecutivos de estudios no han cesado desde que el magnate ganara las elecciones a Hilary Clinton el pasado noviembre. Meryl Streep fue una de las primeras actrices en atacar frontalmente al presidente durante la ceremonia de los Globos de Oro, donde reprochó a Trump haber hecho mofa de un periodista inválido durante su campaña electoral. No fue la única, pero tampoco hubo una lluvia de críticas. Judd Apatow (director de filmes como «Supersalidos» o «Superfumados») dedica parte de sus tuits a criticar al presidente con vapuleos de diferente calado a diario. Hace apenas unos días escribía: «Trump es basura. Y si nuestros ciudadanos no votan en contra de todos los que lo apoyaron entonces es que nos lo merecemos».
Parece que se ha quedado solo en la batalla que libra contra el mandatario, pues siete meses después de la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos las voces se han acallado y quienes hablan en contra prefieren hacerlo en voz baja. Cuando se les pregunta si el nuevo Gobierno republicano les ha afectado en su trabajo una gran parte de los nombres más influyentes de la meca de cine optan por no responder directamente y perderse en una dialéctica ambigua con el fin de no implicarse o, simplemente, responden que prefieren «no hablar de él». Este es el caso de Bob Iger, presidente de la todopoderosa Disney, y de Dana Walden, presidenta del grupo Fox TV. Sin embargo, todavía los hay que siguen expresando el malestar que este hombre les provoca en su vida diaria, aunque el número cada vez sea más reducido.Los actores que cantaron el incombustible «I Will Survive», de Goria Gaynor, antes de que Trump llegara al poder, como Matthew McConaughey, Amy Adams, Andrew Garfied, Felicity Jones, Natalie Portman, Dakota Faning, Emma Stone..., no han vuelto a pronunciarse en público.
El creador de «American Horror Story» y «Feud», Ryan Murphy, explica que cada día a primera hora se dedica, junto al grupo de escritores de las series en las que trabaja, a hablar de sus frustraciones y obviamente Trump se ha convertido en un habitual de las charlas. El director de FX Networks, John Landgraf, también confirma que el presidente le está creando un estado de ansiedad poco deseado: «No se trata de política, sino de integridad y, juzgando por su comportamiento, podemos llegar a la conclusión de que es completamente amoral, no cree en la separación de poderes que ampara la Constitución y no admite ninguna verdad que no sea la suya. Para mí es bastante aterrador tener compatriotas que piensen que este señor deba ser nuestro presidente», explica Landgraf.
Otros, irónicamente consideran que Trump les ha dado sin quererlo un empujón a sus carreras. Según Jordan Peele, director de «Get Out», ayuda a que la audiencia vaya al cine a desconectar. Mientras que para Patty Jenkins, directora de «Wonder Woman», el actual presidente le ha ayudado a reforzar los mensajes que quiere plasmar asegurando que ahora más que nunca son muy pertinentes. Otros como Jamie Fox son más cautos y al preguntarle su opinión en una entrevista durante la presentación de «Noche de venganza» se fue «por los Cerros de Úbeda» comentando que «da igual que presidente tengamos. Nada cambia, aquí seguimos después de todos los que hemos tenido. En el fondo, el presidente no hace variar tanto la vida cotidiana», afirmaba convencido.
sapos y culebras
Tras las consecuencias del desafortunado comentario que Johnny Depp hizo sobre la posibilidad de que asesinaran a Trump, del que se disculpó más tarde, se corrobora que soltar sapos y culebras no beneficia precisamente al portavoz de los mismos. A la misma vez que parece estar demostrado que todos estos alegatos poco favorecen a los seguidores y votantes del presidente para que replanteen su opinión. Está claro que no se cambia a nadie de manera de pensar con estos ataques. Aún así, tanto los actores como los directores están en el absoluto derecho a compartir sus opiniones con el resto del mundo. Lo cierto es que, a pesar de que a algunos no les guste que las «celebrities» se involucren, el público sí lo espera hoy en día.
Actores y directores hablando solo de su trabajo es algo del pasado, la audiencia quiere conocer cómo piensan, qué sienten, cuáles son sus intereses aparte de la interpretación o la dirección, quieren que se mojen. La tendencia de las entrevistas a «celebrities» en la actualidad, es más una idea generalizada del actor que la promoción de su filme. Actores jóvenes como Kristen Stewart («Crepúsculo») o Ezra Miller («Animales fantásticos y dónde encontrarlos») son conocidos también por sus implicación con temas políticos o de medio ambiente, y sus fans parecen admirar este aspecto tanto como el profesional. Sin embargo (aunque salvando las distancias), como en los viejos tiempos de la «caza de brujas» de McCarthy contra los posibles grupúsculos comunistas emergentes, muchos actores, algunos de los cuales no revelan su identidad, prefieren mantenerse al margen por el simple hecho de no enfadar al estudio o a su publicista personal. Una opción que a su parecer les «evita problemas».
«Los días de Trump están contados»
La última en pronunciarse contra Donald Trump ha sido la actriz mexicana Salma Hayek en una reciente entrevista para la cabecera británica «The Guardian» con motivo del próximo estreno de «El otro guardaespaldas», donde tiene un papel protagonista. La intérprete se mostró muy optimista respecto al futuro de EE UU y afirmó que «incluso si Trump se convierte en dictador y reescribe la Constitución», de manera que esté doce años en el poder, «sus días están contados».
Asimismo, la actriz se mostró convencida de que finalmente el mandatario norteamericano «no construirá el muro», pues no puede hacerlo «sin los mexicanos que están ilegalmente en el país», que son los que hacen «la economía del país tan fuerte».