Crítica de cine

«Transformers»: Michael Bay le pone mucho ruido y poca furia

El director, que ya ha anunciado que se retira de una de las sagas más taquilleras, firma esta entrega que cuenta con Mark Walhberg y Anthony Hopkins

«Transformers»: Michael Bay le pone mucho ruido y poca furia
«Transformers»: Michael Bay le pone mucho ruido y poca furialarazon

El director, que ya ha anunciado que se retira de una de las sagas más taquilleras, firma esta entrega que cuenta con Mark Walhberg y Anthony Hopkins.

A la quinta va la vencida. Eso es lo que debió pensar Michael Bay, director de la franquicia de «Transformers» desde el comienzo. «Con cinco ya es suficiente», declaró el creador de «Dos policías rebeldes» y su posterior secuela, cuando le preguntaron si volvería a estar detrás de la cámara una vez más. Él resopló aliviado «pues he pasado diez años de mi vida dedicados a esta saga y ya ha llegado el momento de cambiar y dejarlo, sobre todo cuando estás arriba. He disfrutado con estos rodajes. Con cada nueva película de la saga me he jurado que sería la última. Pero ver los 120 millones de fans alrededor del mundo que acuden al cine para verlas, las enormes atracciones que se construyen basadas en ellas y todos esos niños que me visitan en el set de rodaje gracias a iniciativas como “Pide un deseo”, me impedían retirarme sin rodar una nueva cinta... Esta película ha sido especialmente divertida. Pero, de verdad, que ésta va a ser la última. Así que voy a poner toda la carne en el asador». La carne y los fuegos artificiales.

Y es que Michael Bay es uno de las directores de Hollywood más agresivos de las últimas dos décadas en lo que a efectos especiales y explosiones se refiere, es una de las marcas que caracterizan sus trabajos, incluso los más íntimos, los que pretenden alejarse de las grandes superproducciones, como es el caso de «Trece horas: los soldados secretos de Bengasi», basada en un acontecimiento real. Pero es que él, además, presume de haber logrado las explosiones más estruendosas que uno pueda ver en la gran pantalla.

De hecho, en Estados Unidos su característico estilo tan desmesurado ha dejado huella y son cientos de miles los seguidores que acuden fielmente a las salas cada vez que estrena una nueva entrega de «Transformers». En China, incluso, le han bautizado como «bombbay», en un divertido juego con su apellido, para definir su manera de filmar. Quienes han trabajado con él y le conocen de una manera más cercana aseguran que es un hombre controvertido, que posee una increíble confianza en sí mismo y una seguridad a prueba de bombas. Le apasionan los animales y pasó un duro trance cuando su perro «Bonecrusher» falleció durante el rodaje de esta quinta entrega. Pero ¿qué es lo más importante para Michael Bay como director de cine? Y al responder clava la mirada para dar una respuesta clara sin un solo rodeo: «La audiencia, por supuesto».

El juez de su obra

Poco le importan las duras críticas que han recibido la mayoría de sus filmes. Para él, el público, tanto americano como internacional, es el verdadero juez de su obra y, también, significa su prioridad. Así ha sido desde que dirigiera «Dos policías rebeldes» en 1995, que aprovechaba el tirón del actor Will Smith, aunque de esos hace ya más de veinte años.

Bay ha alternado las cuatro entregas de «Transformers» con la dirección de «Dolor y dinero», comedia de mediano presupuesto protagonizada por Mark Wahlberg y Dwayne Johnson, y la ya mencionada «Trece horas: los soldados secretos de Bengasi», un drama militar basado en lo que acaeció en aquella ciudad libia en octubre de 2015.

Según ha confesado, la principal razón por la que se decidió a rodar este quinto (y último capítulo) fue porque tenía doce guionistas disponibles para crear de nuevo un universo Transformer. La cuestión era decidirse por uno. O quizá tomar elementos de varios. Fue finalmente Spielberg (que tiene aún los derechos de Hasbro) junto con Bay quien decidió fusionar los dos textos que más les gustaron y rodar el filme que el director califica como «el más profundo de toda la saga, cargado de aventuras y que cuenta con dos heroínas de gran peso». El filme está diseñado para que cualquiera que desee tomar las riendas de la franquicia de ahora en adelante pueda hacerlo con relativa facilidad.

El consejero delegado de Hasbro, la empresa juguetera creadora del concepto Transformers –es decir, de los muñecos que cautivaron la imaginación de los más pequeños antes de que se adaptaran sus aventuras a la gran pantalla–, desveló en mayo en una entrevista para «The Hollywood Reporter» que la compañía tiene previstas más secuelas: hay confirmada una séptima cuyo estreno está previsto en diciembre de 2019 y un «spin-off» protagonizado por Bumblebee para el año que viene. Eso sí, sin Bay detrás de las cámaras. Pero este programa puede cambiar debido a los resultado que ha obtenido en taquilla. El director ha cosechado con esta secuela un verdadero «Armageddon» (otro de sus filmes míticos). De hecho, ha repetido el fracaso que ya tuvo con la ambiciosa «Pearl Harbor», un chasco memorable, a pesar de contar con una amplio repertorio de caras conocidas.

De momento, el californiano ha confirmado que deja el universo de estas cintas. Ya lo publicó el pasado febrero, en su página web, en un comunicado en el que se despedía definitivamente de la saga, pero, esta vez, remarcando que era una decisión irrevocable y lo hace con un filme en el que la batalla parece definitiva. Dos mundos que se enfrentan por la supervivencia y que tienen como escenario la Tierra. «Unir la mitología de los humanos a la de los Transformers [...] rompe con todo lo que habíamos estado haciendo antes», ha explicado Lorenzo di Bonaventura, productor del filme. «Creo que nos ha permitido explorar las cosas que probablemente solo habíamos tratado por encima: la idea del honor, la idea de la lealtad...», añade.

La cinta está protagonizada de nuevo por Mark Wahlberg, que se estrenó en «Transformers: la era de la extinción» (2014) y que tomó el relevo a Shia LaBeuf. En esta ocasión le acompañan Josh Duhamel, Jerrod Carmichael e Isabela Moner. En esta entrega se redefine lo que significa ser un héroe. Los humanos y los transformers están en guerra pero, esta vez, Optimus Prime ya no está. La clave para salvar el futuro está enterrada en secretos del pasado, en una historia oculta que los Transformers no habían revelado hasta ahora y que afecta a la historia inmediata de nuestro pasado. Salvar nuestro planeta depende de una alianza formada por Cade Yeager (Mark Wahlberg), Bumblebee, un lord inglés interpretado por Anthony Hopkins y una profesora de Oxford (Laura Haddock).