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«Trumbo» se queda sin palabras

Bryan Cranston interpreta al controvertido y genial guionista en una película dirigida por Jay Roach

«Trumbo» se queda sin palabras
«Trumbo» se queda sin palabraslarazon

Bryan Cranston interpreta al controvertido y genial guionista en una película dirigida por Jay Roach

No hay nada que le guste más a Hollywood que hacer películas sobre sí mismo. Tenemos ejemplos tan antiguos como «El crepúsculo de los dioses» (1952) y otras recientes como «¡Ave, César!» (2016). Y seguimos sumando, esta vez trasladándonos a Los Ángeles de los años 40 para seguir a uno de los personajes más controvertidos y geniales de la historia de la gran industria del cine americana, el guionista Dalton Trumbo.

Y para interpretar a una figura recordada por haber causado estragos, nadie mejor que un actor que ha interpretado al protagonista de «Breaking Bad», Walter White, ese hombre que no sabía hacer buenas migas y estaba en el límite entre el bien y el mal. Hablamos de Bryan Cranston, quien también es conocido por sus papeles en la serie «Malcolm in the Middle» o la película «Argo». Su papel en «Trumbo: la lista negra de Hollywood», dirigida por Jay Roach, es su oportunidad para consolidarse en el cine, y esperemos que corra mejor suerte que Trumbo en su carrera en la industria, pues, como se observa en el filme, el guionista incomodaba a muchos. Sobre todo, al senador McCarthy, famoso por emprender la caza de brujas contra los comunistas en los Estados Unidos.

Cuando Trumbo fue acusado de ser cercano a la política soviética, el guionista de «Espartaco», «Johnny cogió su fusil» (que también dirigió) o «Vacaciones en Roma», que dominaba la palabra como nadie en aquel entonces, decidió permanecer callado ante el comité de Actividades Antiamericanas del Congreso junto a otros compañeros que pasaron a ser denominados «Los diez de Hollywood». Y, evidentemente, los estadounidenses impusrieron su castigo. Trumbo no pudo librarse de la prisión, ya que no quería confesar ni delatar a nadie, y una vez fuera, estuvo obligado a exiliarse con destino a México, donde conoció a Luis Buñuel. Trumbo era innombrable en Hollywood, pero el ingenioso guionista quería seguir creando historias y nadie evitó que sus textos fuesen llegando a la industria bajo seudónimo y continuara contando en la pantalla aquello que nunca nos quieren contar los poderosos.