Un repaso a Nocturnia, el Festival de Cine Fantástico de Madrid
Las cámaras digitales han hecho que mucho inútil haga películas.
Nocturnia es el nombre técnico del Festival de Cine Fantástico de Madrid, IV edición, y el público no llena una sala, y sí hay entre el público una agradable presencia de «frikies». Eso sí, todos los días, en las sesiones y cortometrajes, se buscan los minutos de gloria sobre un escenario. Ni se pondrán en el cine ni en una televisión, quizá alguna irá a internet.
En cuanto a las películas, se abrirá una tendencia a crear banda sonora e imágenes impactantes sin tener en cuenta la historia. Una especie de idea de intentar dar un susto sin pensar en los medios para lograrlo.
Por ejemplo, una extraña coproducción entre España y EE UU, primera película de Alberto Marini, titulada «Summer Camp» y hablada en inglés. Tenemos casa –una más dentro de este género– donde pasan indecentes; fuera, una comunidad hippy, más malos. En la casa, un perro lobo, rabioso. Luego, uno de los protagonistas, que no está rabioso, pero le muerde. Hasta aquí, bien, pero de repente ¡los amigos y amigas, por arte de magia, están rabiosos y poseídos! ¿Cómo? No importa.
Después, una película rusa, «Reina de espadas: The Dark Rite», de un tal Svyatoslav Podgaevskaya. Conjunto de argumentos juntos? en varias películas, pero la inutilidad está en que si el mal sale del espejo, nunca sale de allí... (como todo, atropellado, combinando teorías y final súper sabido). Espejos el de Alicia y el de Blancanieves. Esos sí lo son.
O una rocambolesca versión de «La Bella Durmiente» a base de efectos ruidosos y la torpeza de mostrar sueños. Pero en el fondo esto en el cine de género, se puede extrapolar a todo el cine ya que las cámaras digitales, han hecho que mucho inútil haga películas.