Concha Jerez: «¿Qué haré con el dinero? Comprar tiempo libre»
Concha Jerez, pionera en el uso de las tecnologías, gana el Premio Nacional de Artes Plásticas, dotado con 30.000 euros
Concha Jerez estaba exultante ayer. Sus amigos, muchos, la habían llamado por teléfono. No se lo esperaba. «Estoy tan sorprendida. Fíjate que estaba trabajando en la Feria Artissima y me ha pillado al pie del cañón», dice entre risas. El jurado ha destacado en ella su «dimensión pionera» en el uso de tecnologías y el hecho de representar a una generación de artistas que marca el paso de la era analógica a la cultura digital. Así, del tirón. Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1941, un poco después que Esther Ferrer y Valcárcel Medina, premiados con el Velázquez en años anteriores. ¿Lo ve como un reconocimiento al arte conceptual? «Cada uno de nosotros ha hecho su obra. Teníamos inquietudes comunes pero respetando siempre nuestras individualidades. Frente al panorama del arte en España en aquellos años, en los que se decía que en España sólo se hacía pintura, nuestra voz se alzó para decir que estábamos, que existíamos», recuerda. Y habla de los artistas mencionados y tiene un especial recuerdo para Juan Hidalgo, «con una enorme proyección en Europa y América y que se merece un premio, el Velázquez», comenta (y ahí lo dejamos por si alguien quisiera recoger el guante).
Mucho ha cambiado el panorama desde los setenta: «Mucho. Hacíamos lo que creíamos que teníamos que hacer. Algunas galerías e instituciones nos apoyaban e íbamos abriendo camino. Trabajaba con materiales sencillos, como el papel. Y no estábamos de moda pero nunca dejamos de trabajar», aunque reconoce que lo que se dice vivir y mantenerse del arte, poco: «Desde luego, yo de mi obra no vivía. Ha sido y es complicadísimo», reconoce. Con los 30.000 euros, dice, «cubriré gastos y ,como decía Vázquez Montalbán, me servirá ‘‘para comprar un poco de tiempo libre’’».
- La señora de la limpieza
Y quiere romper una lanza a favor de su trabajo y del arte conceptual. ¿Se han sentido incomprendidos? «Siempre hemos sido comprendidos en minoría, pero comprendidos. Mis instalaciones no sólo las aceptaban unos pocos, sino también al señora de la limpieza, no te vayas a creer. Es un tópico que hay que desterrar. Creo que pasa en España con muchas profesiones: tenemos brillantes pintores, músicos, escritores, físicos, matemáticos, modelos en los que la gente debería mirarse para mejorar, en vez de en todos esos personajes que pueblan las televisiones. Nosotros abrimos caminos y a su vez seguimos el que otros habían trazado, que nos influyeron. El arte es una línea que se continúa en el tiempo», reflexiona. Hablando de señoras de la limpieza, ¿y si le hubiesen barrido una obra, como acaba de pasar en Italia? «Seguro que no me habría puesto como un basilisco. Menudo marrón le habrá caído a la limpiadora. Bueno, recuerda que a Beuys le dejaron una bañera llena de grasa tan limpia como una patena. El arte debe de estar más cerca del público para que vea que existen otras vías de conocimiento», asegura.
Jerez, que cursó la carrera de piano en el Real Conservatorio de Madrid, es una artista inquieta, que jamás ha dejado de crear. Las nuevas tecnologías ocupan un lugar importante en su trabajo, pero no el único.
«Matrimonio» artístico con José Iges
La trayectoria de Concha Jerez está muy ligada a la de José Iges, un artista con el que ha colaborado en multitud de ocasiones. «Nuestros trabajos por separado son bastante diferentes. Todo lo decidimos conjuntamente. Trabajamos juntos desde los 90 y hemos mantenido esa colaboración», explica, que se ha dado en el campo de las artes visuales, sonoras y de acción. Sus series de proyectos se han denominado «Interferencia en los medios».