Daniel Acuña: «No se ven superhéroes en la política española»
Daniel Acuña / Dibujante. Es uno de los dibujantes de la globalización. Vive en Murcia, pero trabaja para la Marvel. Ha pasado de series menores a encargarse de Los Vengadores y Capitán América. En el nuevo cómic de este personaje ha retratado al director de este diario como Frank Marhuender, un profesor de Ética.
El dibujante Daniel Acuña confiesa dos preocupaciones. La primera, si hemos rodeado su casa («Tranquilo, no hay nadie afuera») y, la segunda, si la mujer de Francisco Marhuenda está enfadada por no haberle retratado con exactitud («Que yo sepa, puedes estar relajado»). El dibujante ha convertido al director de este diario en un personaje de la nueva entrega de Capitán América. Necesitaba unos rasgos para un profesor de Ética en una tertulia televisiva y no se le ocurrió nada mejor que zapear un poco para ver qué encontraba.
–No me imaginaba que Marhuenda fuera tan famoso.
–Pues hombre...
–Está teniendo repercusión.
–Ya.
–Seguro que si elijo a Antonio García Ferreras, Ana Pastor o Eduardo Inda no se monta tanto follón. No caí en que estamos en el mundo de las redes sociales... Al ser un cómic no pensé que tendría esa repercusión. Hace unos años hacía series de menos peso, pero desde que dibujo Capitán América y Los Vengadores, llego a más gente... Pero este impacto... Creo que no lo conseguirían ni Pablo Iglesias ni Mariano Rajoy.
Daniel Acuña, que dibuja para Marvel desde hace ocho años, ha trabajado en «Sam Wilson: Capitán América», un nuevo volumen de este héroe norteamericano con guión de Nick Spencer, que ha levantado ampollas en EE UU. El personaje, que defiende los valores universales, no sólo los intereses de su país, se encuentra en este episodio con las críticas del partido conservador por haber protegido a un inmigrante de unos nazis. El Tea Party ha reaccionado y, como admite Acuña, «los conservadores de la Fox se le han echando encima a la Marvel». Pero, en España esta secuela se ha hecho conocida por otro motivo.
–¿Por qué Marhuenda?
–Me hacía gracia. En las tertulias todos están en contra de él. Pero además tiene unos rasgos diferenciales, como el pelo y las gafas, muy claros. Esa viñeta necesitaba a alguien que fuera divertido para el lector. Pero, advierto, no es él; es alguien basado en él.
–¿De verdad...?
–Dibujé sus rasgos y veía que quedaban bien, pero que tampoco eran tan realistas. Podía haber dibujado al Gran Wyoming, que también es muy característico, pero no era lo mismo.
–¿Por qué no Belén Esteban o cualquier otro?
–Porque él ya es un personaje. Tiene ese rollo de tertuliano. Salía en un programa que antes veía todos los días. Y, bueno, pues aprovechaba de paso y homenajeaba a los tertulianos españoles. Pero le he caracterizado bien, ¿no? Hay otro motivo. Me cae bien y pensé que si él algún día lo veía, no se lo tomaría mal. Y, de hecho, no me ha decepcionado. Ha demostrado que tiene mucho sentido del humor. Esperaba esa reacción y la ha tenido. Me alegra. Eso también influyó para descartar a otros.
–Le habría gustado más aparecer como profesor de Historia...
–Lo sé, pero lo de Ética me venía en el guión. No lo podía cambiar. Me parece interesante que nadie se haya fijado en cómo se llama el personaje de encima: Harry Callahan. Es un homenaje a Harry el Sucio. Y en otra página hay un símbolo basado en Antena 3, en el que tampoco nadie ha reparado. Los dibujantes solemos fijarnos en alguien para dar forma a nuestros personajes. Por ejemplo, para Flash, elegí a David Beckham. Me servía para las expresiones.
–Jamás he visto a Marhuenda con jersey y gafas de pasta.
–Le puse ese «look» con un poco de maldad, lo reconozco, porque es el que usaba Felipe González en los 80. Es una moda más moderna. A lo mejor, él necesita cambiar un poco. Es un aspecto bueno de mi versión. En el fondo, este personaje es su «alter ego». Es el Marhuenda del universo Marvel, que es un mundo paralelo a éste. Y en esa versión su aspecto es más actual.
–Si lo convirtiera en héroe... ¿Le pondría algún superpoder?
–¡Sí! El de la ubicuidad. Está en todas partes. Eso o se clona. En los «X-Men», un personaje lo hace. Pero no es que ese pudiera ser su poder. Es que yo creo que lo tiene, porque lo veo en todas partes.
–¿Y cuál sería su archivillano?
–Pablo Iglesias. Lo veo. Marhuenda lucha contra el comunismo, como Capitán América, pero como él dice, «desde el respeto y el cariño». A todo el mundo le tiene estima, pero tampoco le importa ser sincero por eso. Es una de las cosas buenas que tiene. Otro de sus villanos sería el independentismo catalán y Artur Mas. De hecho se conocen. Eso es perfecto, porque dramáticamente te permite convertirlos en grandes enemigos en un cómic. Hay tragedia en ello. Mas que se pierde en el lado oscuro...
–¿Su particular kriptonita?
–Susanna Griso, que le mete mucha caña. Marhuenda dijo que si Carmena ganaba se iba de Madrid, y ella le sacó una maleta. Se pasa mucho con él.
–Tal como están los políticos, a más de uno le hubiera gustado que le dibujara.
–Si lo haces con mala leche, no creo que quieran. Pero hay en ellos una mina de oro porque todos son caricaturizables, al menos los de antes. Ahora son como más guapos y no tienen tanta gracia. Yo tenía la teoría de que el mundo lo dirigían un grupo de revistas tipo «El jueves» y que eran ellos los que ponían a los dirigentes de los países. Cuando vi que Zapatero salió elegido, confirmé mi teoría, porque es muy fácil de dibujar. A mí, en cambio, me fatigan los guapitos de ahora y son más complejos de retratar. Pero los políticos españoles no sirven para un cómic de héroes. Son mejores para Mortadelo y Filemón. Para eso son perfectos. Ibáñez lo hace.
–¿La política española es más de héroes o de mutantes?
–Mutantes, en el sentido de que se adaptan a las situaciones. Los superhéroes no se ven mucho en la política española. A ver si mejora un poco la cosa...
La auténtica consagración
La consagración en España es sacar un disco y que te lo «pirateen». Eso dice Daniel Acuña, que no piensa que un cómic pueda convertir un nombre en internacional. «Lo que sí ha hecho Marhuenda es convertirme en un héroe para mi madre, porque ella sí le admira», afirma el dibujante. Capitán América ahora es una de las franquicias que más dinero está dando en papel y en el cine, gracias a sus adaptaciones. Pero, también, a su actualidad, al entrar en temas candentes que han puesto a este héroe en el ojo del huracán.