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Diseccionando a un escritor extrafronteras

larazon

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El embajador Erik-Ignacio Martel Adeler, marqués de San Fernando, vivió sus primeros cuarentas años en una época radical e inestable. El embajador nace durante el gobierno del Frente Popular de la República para después vivir gran parte de su vida bajo la dictadura. Cuarenta años, diez de ellos con el dictador Francisco Franco, son los que dedica a su carrera diplomática estando destinado en países de los cinco continentes.
La jubilación le devuelve un viejo amor, la literatura. Erik Martel se muestra humilde al hablar de esta “nueva”. “Lo de la literatura me halaga notablemente, yo soy mucho más humilde que eso. Todo empezó en un momento en el que quería dar sentido a una vida tan larga y para ello utilice la escritura para que mi realidad pudiera permanecer en la historia”, contesta un hombre curtido en el mundo y en las experiencias.
Esta nueva etapa que el diplomático le brinda la oportunidad de publicar , de momento tres obras con marcado carácter personal y biográfico. Su primera obra “Gibraltar: la hora de la verdad” surgida de la perplejidad que le suscita el hecho de que una parte de España siga siendo colonia extranjera, para la que al autor solo encuentra una respuesta: “después de cinco años en Gibraltar como diplomático, entendí que la situación que se vive en ese territorio es fruto de la desidia española y no de la perfidia inglesa.
Otra de sus obras “El cónsul general” intenta reflejar el trauma que sufre un pobre funcionario destinado en Miami, cuando tratan de involucrarlo en los avatares menos confesables de la política, experiencia propia del autor que en su periplo en la tierra caribeña de Estados Unidos se vio envuelto en una “corrupción de gran calibre de la que se me intentó hacer parte y yo denunció en esta obra”. Esta tercera y la última que ha sido publicada “Embajador en Agraz” vemos dos partes muy diferenciadas como le gusta decir al autor, una primera parte propia del ensayo biográfico e histórico y una segunda parte que corresponde más con un anecdotario diplomático. “Esta novela surge de la idea de recuperar los recuerdos de la Guerra Civil en la que participó mi padre que era marino de guerra. El siempre se mostró reacio a contarme sus vivencias, cuando lo hizo supe que tenía que plasmarlo en un libro” afirma Martel.
El diplomático y escritor asegura que ya está pensando en su siguiente proyecto literario que se basará en el tema de la violencia y el género. Antes de acabar con la conversación Erik Martel quería comentar el mantra que está siguiendo en este momento de su vida para que los lectores de sus libros y de este diario le conozcan mejor “La vida se vive mirando al futuro, pero se entiende mirando al pasado quien no lo consigue no ha vivido”.

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