Dwayne Johnson: «El público quiere verme en peligro a mí, no a un doble»
«La roca» protagoniza, junto a Jason Statham, «Fast & Furious: Hobbs & Shaw», el primer «spin off» de la saga más testosterónica, esta vez con un guiño a la cultura samoana.
«La roca» protagoniza, junto a Jason Statham, «Fast & Furious: Hobbs & Shaw», el primer «spin off» de la saga más testosterónica, esta vez con un guiño a la cultura samoana.
A principios de siglo, Dwayne «La Roca» Johnson cambió el ring por los platós. Durante ocho años se ganó la vida repartiendo mamporros a diestro y siniestro para la WWE (World Wrestling Entertainment), la compañía que gestiona los combates de lucha libre más bizarros y espectaculares. De casta le venía al galgo, ya que su padre había sido luchador profesional. A partir de 2004, después de varias apariciones en televisión y series que le dieron más notoriedad, este californiano que pasó varios años en Nueva Zelanda, país que vio nacer a su madre, se centró en su carrera cinematográfica. Allí, por supuesto, su imponente apariencia física ha marcado una trayectoria llena de «blockbusters».
Estaba claro que La Roca acabaría en la saga más testosterónica del siglo XXI, plagada de carreras de coches y bofetadas. En 2011 se sumó a «Fast & Furious», en la quinta entrega de la franquicia. Desde entonces, se ha convertido en un habitual, hasta el punto de que los productores han confiado en él para liderar el reparto, junto a Jason Statham, del primer «spin off» de la saga: «Fast & Furious: Hobbs & Shaw».
En esta ocasión Idris Elba da vida al villano Brixton al quie tendrán que enfrentarse Luke Hobbs (Dwayne Johnson), policía miembro de los servicios de Seguridad del Cuerpo Diplomático de EE UU y el proscrito Deckard Shaw (Jason Statham), mercenario y ex miembro del cuerpo de élite del ejército británico.
–Aunque el filme arranca en Londres, hay partes del mismo que rinden homenaje a sus raíces samoanas.
–Cierto. Para mí esta película es extremadamente personal. Es la primera vez que se hace un cierto homenaje a mi cultura samoana, de la que estoy profundamente orgulloso porque es la que me ha dado los valores que tengo hoy en día.
–¿Cree que las diferentes culturas están bien representadas en Hollywood?
–No lo suficiente, y deberían estarlo. Tenemos mucho que avanzar en este aspecto, aunque se va progresando poco a poco. Espero que con el tiempo todos se vean representados en la pantalla grande. Sería lo justo.
–Lleva años haciendo películas que requieren estar muy en forma, pero ¿cuál considera su trabajo más físico?
–Sin duda, esta película. «Hobbs and Shaw» está llena de acción. Todos sabemos que la franquicia de «Fast & Furious» está repleta de este tipo de escenas. Yo he participado en la 5, 6, 7 y 8 y la acción era una locura en todas. Así que por un lado tenemos la presión de la franquicia por ser una de las más exitosas que ha habido, y la obligación de ponernos a la altura, especialmente porque este es el primer «spin off». Queríamos no solo estar a la altura, sino hacer algo mejor. Así que las escenas de acción son clave. Hemos tenido la suerte de tener como director a David Leitch, que ha trabajado como especialista de cine, por lo que tiene una experiencia enorme en este sentido. Tanto Jason Statham como yo nos pusimos totalmente a su disposición para dar lo mejor de nosotros. Escenas con fuego, lluvia... al final creo que ha salido todo a pedir de boca. La acción es impresionantes.
–¿Hasta qué punto hace usted mismo las escenas más peligrosas?
–Hago todo lo que puedo y me dejan (risas). El público es muy listo y quiere verme a mí en la mayor parte de las escenas, notan cuando no es el actor quien lo hace. Afortunadamente, vengo del mundo de la lucha por lo que ayuda muchísimo. Intento hacer todo yo a menos que sea algo increíblemente peligroso, entonces llamo al especialista (risas).
–El personaje de Idris Elba asegura en el filme que «el odio que tienen los hombres entre sí es más fuerte que la autopreservación». ¿Qué opina?
–Sin duda es una frase interesante. La escribí yo, no es broma (risas). El guionista Chris Morgan, que ha hecho prácticamente todos los guiones de la franquicia tenía la intención junto con el resto del equipo de crear un villano que estuviera al día de lo que está pasando en el mundo, en particular en EE UU. Creo que se muestra muy bien la polarización que existe entre la población. Por eso, queríamos hacer que el villano, que en mi opinión es el mejor de toda la saga «Fast & Furious», se presentara odiándose al principio del filme, lo cual es un reflejo de un problema más grande. Creo que tratamos de enviar el mensaje de que, a pesar de que haya gente que no se lleve bien, para cosas importantes debemos poner nuestras diferencias a un lado y una vez hagamos eso no hay quien nos pueda parar.
–¿Lo intenta aplicar en su vida y su trabajo?
–Desde luego. Tengo unos principios morales que de momento he sido capaz de poner en práctica. Pero lleva tiempo. Cuando empecé en este negocio me costó tiempo entender que es realmente un negocio y saber cómo funciona. Luego, aprendí mi lugar, pero también el poder que podía tener, siempre aplicando mis valores morales. Estoy en una posición afortunada en la que puedo mover proyectos muy rápido y asegurarme de que la gente que trabaja conmigo es tratada con respeto. Eso es clave para mí.