«E.V.A.»: Vivir con anestesia
Autores: M. Artigau, C. Genebat y J. Manrique. Director: J. Manrique. Intérpretes: À. Roca, R. Gàmiz, M. Pérez, C. Pla... El Pavón Teatro Kamikaze. Madrid. Hasta el domingo.
La compañía catalana T de Teatre celebra sus 25 años de andadura con este espectáculo dirigido por Julio Manrique que se articula en cuatro historias cruzadas, con sendas mujeres como protagonistas, y que habla, en clave de comedia, sobre los sedimentos que va depositando en el alma de cada individuo el dolor emocional y sobre cómo este va determinando, algunas veces de forma radical, el curso de nuestra existencia. La obra establece un contraste con la doble acepción de la palabra EVA: por un lado, son las siglas de una herramienta de diagnóstico médico llamada Escala Visual Analógica del dolor, en la cual está especializada una de las protagonistas; por otro lado, es también el nombre de uno de los personajes, una joven que se está abriendo a la vida, ajena a cualquier forma de dolor, y que representa la inocencia y la pureza que las protagonistas añoran y envidian. A partir de este bonito y simbólico juego, la función, que germina en un terreno abonado fundamentalmente por los afectos y las emociones, va desarrollándose en un clima de ensoñación en el que sobrevienen muchas situaciones humorísticas, y aun disparatadas, que se alternan con otras de naturaleza más dramática. Todo el conjunto emana, no sé si de forma casual o deliberada, el reconocible perfume del teatro de Alfredo Sanzol –con quien las T de Teatre ya han trabajado anteriormente–, pero las escenas no llegan a estar concebidas ni engarzadas con tanto ingenio como derrocha el autor de la premiada «La respiración». Como consecuencia, el desarrollo se hace un poquito más lento de lo debido y el embrollo que justifica la relación entre los personajes precisa de un desenlace excesivamente prolijo en aclaraciones. En cualquier caso, «E.V.A.» es una obra que está, sin duda, muy por encima de la media de las comedias de nueva creación que llegan a la cartelera. Hay en su escritura un humor inteligente que se asienta con firmeza en la reflexión, y hay algunos diálogos construidos con un pulso dramático envidiable. Hay también una cuidada presentación de todo el producto, donde el vídeo y el espacio sonoro han jugado una baza tan importante casi como la escenografía, el vestuario y la iluminación. Y hay el ya inconfundible marchamo de calidad y profesionalidad de esta compañía femenina en la que sus integrantes, además, resuelven más que bien la papeleta que, en su calidad de actrices, les ha sido asignada.
LO MEJOR
La comedia es entretenida,aborda algunos temas importantes y está bien ejecutada
LO PEOR
En la aclaración del enredo, el montaje termina rozando lo sensiblero más de la cuenta