El abrazo de la paz

La selección vuelve a reunir a Luis Enrique y a Jordi Alba, que se abrazaron al reencontrarse ante las sonrisas de algunos de los internacionales.

«Defendí siempre que no tengo problemas personales con ningún jugador. No hay nadie que conozca mejor a Jordi Alba que nosotros en el plano profesional», defendía Luis Enrique el pasado jueves al anunciar la lista de convocados para los partido de esta semana contra Croacia y Bosnia Herzegovina. No hay ningún trasfondo personal, ha argumentado el seleccionador cuando se le ha preguntado por el lateral en anteriores ocasiones, pero Jordi Alba, uno de los jugadores más en forma de la Liga española en este momento, no ha estado presente en ninguna de las dos anteriores llamadas del técnico asturiano. Marcos Alonso y Gayá estaban por delante de él en las preferencias de Luis Enrique, sin que ninguno de los dos haya podido considerarse dueño del lateral izquierdo en los cuatro partidos que ha disputado la Roja con su nuevo preparador.

Marcos fue el primero en estrenarse, en la victoria en Wembley ante Inglaterra. Para él era su segundo partido como internacional después de que Lopetegui lo hiciera debutar en marzo en la goleada contra Argentina (6-1) en el Metropolitano. Gayá fue titular en el 6-0 a Croacia en Elche y en el amistoso contra Gales (1-4). Entre los dos suman cinco partidos con la Roja, muy lejos de los 66 que ha disputado Jordi Alba. Es el tercer jugador con más partidos internacionales de la convocatoria, sólo por detrás de Sergio Ramos y Busquets y muy lejos de los siguientes. La ausencia de Albiol, que había sido llamado por Luis Enrique en las dos listas anteriores, hace que De Gea, que ha disputado 37 encuentros con la Roja, e Isco, con 34 completen la lista de cinco futbolistas con más internacionalidades. Jordi Alba será uno de los capitanes por su número de internacionalidades.

«Después del Mundial estamos preparando competiciones futuras y necesitamos ver a gente joven. No decido que venga un jugador en función de sus internacionalidades», explicaba Luis Enrique en su última conferencia de prensa.

El lateral del Barcelona llegó pronto a la Ciudad del Fútbol, acompañado por Sergi Roberto y tapado con una capucha para protegerse del antipático día que recibió a los jugadores en la sede de la Federación. Después, en la residencia, los compañeros, entre sonrisas, se apartaron cuando se cruzó con el seleccionador para dejarlos solos. «Bienvenido, eh», le dijo Luis Enrique mientras se abrazaban sonrientes. Rodrigo, el delantero del Valencia, se dio la vuelta para no estropear el momento.

Luis Enrique ha querido siempre dar normalidad a la vuelta de Jordi Alba a la selección. Igual que intentó, sin éxito, dar normalidad a su ausencia en las anteriores convocatorias. Pero Jordi es uno más. Uno de los veteranos que ayudarán a completar el proceso de transición con los jóvenes después de la renuncia de algunos de los supervivientes de los grandes éxitos de la Roja. Desde que debutó c ontra Escocia en octubre de 2011, Jordi Alba ha sido el lateral izquierdo indiscutible del equipo. Con España ganó la Eurocopa de 2012 y disputó las fases finales del Europeo de Francia en 2016 y de los Mundiales de 2014 y 2018. El partido de octavos de final contra Rusia en el que España quedó eliminada fue el último que disputó con la selección. Ahora retoma su carrera como internacional casi en el punto donde lo dejó. El siguiente rival de la Roja en el Mundial hubiera sido Croacia, contra la que se enfrenta el jueves en el encuentro que debe ser decisivo para lograr la clasificación para la fase final de la Liga de Naciones, en junio.

Jordi espera llegar hasta allí junto a Luis Enrique, el técnico con el que coincidió durante tres años en el Barcelona. En su última temporada es cuando se produjo el distanciamiento entre el técnico y el jugador, que sólo disputó 26 partidos de Liga. De los doce que se perdió ocho fueron por decisión técnica. Fue la temporada que menos jugó descontando la 2013/14 en la que se perdió 15 partidos por lesión. Ahora Luis Enrique vuelve a contar con él.