El consumo cultural apunta alto
El 2015 cierra con un cierto repunte del gasto per cápita en productos culturales, aunque el sector continúa en interrogantes. Los catalanes se gastaron 64 euros en regalos culturales en Navidad
El 2015 cierra con un cierto repunte del gasto per cápita en productos culturales, aunque el sector continúa en interrogantes. Los catalanes se gastaron 64 euros en regalos culturales en Navidad
Parece que el tsunami de 2012 y 2013, que a punto estuvo de asolar de un carpetazo todo el sector cultural, ha pasado definitivamente. Después de un 2014 que consiguió frenar la caída continuada, el 2015 cerró hace unos días con un repunte del consumo, no muy pronunciado, pero suficiente para ver el dato con optimismo. ¿Volveremos a los números de hace un lustro, antes de la crisis, una crisis que tardó en afectar al sector cultural, pero que cuando lo hizo lo hizo con una violencia extrema? Difícil de saber, pero pro primera vez en muchos años, aún sin tener los datos de diciembre, «todos los indicadores culturales cierran el año en positivo», según comenta Jordi Sella, director general de Creación y Empresas Culturales de la Generalitat, en una entrevista en Efe.
Teatro, cine, danza, literatura, conciertos, todos pueden cerrar el año con un repunte en sus cuentas de resultados. El único que continúa en caída libre desde hace tres lustros es la venta de discos, una situación que nada tiene que ver con la crisis, sino con fenómenos estructurales y de cambio de hábitos y que en 2015, por ejemplo, popularizaron definitivamente fenómenos recientes como el servicio de «streming». Si hasta los Beatles se pueden escuchar ya en Spotify es que la normalización de este tipo de servicios es total.
En cuanto a sectores, y a pesar de la losa que todavía significa el 21 por ciento de IVA cultural, el teatro vio como Cataluña pasaba de las 3,6 millones de entradas vendidas en 2014 a las cuatro millones de 2015, lo que significó un incremento de facturación de cerca de 10 millones de euros. Sin embargo, muchos sectores están sufriendo, como el teatro infantil de base, que ve imposible realizar obras a precios competitivos debido a la imposibilidad de recuperar lo invertido con el 21 por ciento de IVA. Por ello, sólo los formatos grandes o medianos, como «El petit príncep», que sí pueden poner entradas a 20 euros sin resentirse, consiguen triunfar.
Las salas de cine catalanas, por su parte, recuperaron también en este año un millón de espectadores, cambiando así la tendencia a la baja de los cuatro años anteriores. Éxitos recientes como «Ocho apellidos catalanes» o la nueva «Star Wars» han conseguido llenar las salas y demostrar que si el público obtiene lo que quiere de antemano, responde. Aún así, todavía no se ha conseguido subir la recaudación. En 2014 se recaudaron 109 millones de euros, lejos de los casi 150 millones que se recaudaron en 2009. Aún así, el final de año ha conseguido que la cifra supere finalmente a la del año pasado.
Respecto a la música en vivo, el número de conciertos y espectadores se mantuvieron prácticamente igual, pero la facturación repuntó de 38 a 42 millones respecto al año anterior. El «boom» de los grandes festivales llegó a su esplendor en este 2015, con mastodontes de prestigio internacional como el Sónar o el Primavera Sound, y otros de impulso creciente como el Vida o el Cruïlla, por sólo nombras los de música pop. Este cambio de consumo cultural ha hecho que las salas de conciertos sufran más. Por último, el mundo digital continuó con una buena dinámica, sobre todo, el sector de los videojuegos: las 90 empresas catalanas que se dedican a ello recaudaron 113 millones de euros.
Por otra parte, según un estudio de la empresa Ticketea, los catalanes se han gastado estas navidades 64,35 euros de media en productos culturales. No hay nada mejor que regalar un libro, un disco, una película o una entrada a alguien. La media catalana es seis puntos superios a la española y certifica que al 98 por ciento le gusta regalar productos culturales. Incluso el 24 por ciento es su opción primera.