Escudero, memoria viva de España

La trayectoria de este historador nacido en Barbastro (Huesca) en 1936 da no para un volumen, sino para varios, dada su amplitud, pues ha sido eurodiputado y senador, y es catedrático de Derecho, miembro de la Real Academia de Historia, director del Instituto Nacional de Emigración y, desde ayer, presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, institución en la que tomó posesión como académico de número en diciembre de 1991, fecha en la que dio lectura a su discurso de ingreso, que versó acerca de «La abolición de la inquisición española». Doctor en Derecho por la Universidad Complutense con Premio Extraordinario, amplió estudios como becario del «Deutscher Akademischer Austauschdienst» en las Universidades de Colonia y Bonn y trabajó en el Departamento de Historia del Derecho inglés de la «London School of Economics and Political Science». Profesor invitado por la Fundación Ford en las universidades norteamericanas de Wisconsin, Berkeley y Southern Metodist University de Dallas, ha sido catedrático de Historia del Derecho de las universidades del País Vasco, Cáceres, Alcalá y Complutense. En la actualidad lo es de la UNED.

Académico de número de la Real Academia de la Historia, cuando se le pregunta por su vocación por la Historia asegura que tras estudiar Derecho «me di cuenta de que no se podía entender nada sin conocer eso que se llama más o menos superficialmente “antecedentes históricos”. Así que cuando terminé la licenciatura pregunté quién era el que más sabía de Historia del Derecho. Me dijeron que un profesor llamado Alfonso García-Gallo. Y me vine a Madrid a estudiar con él».

Ha obtenido el Premio Nacional de Historia en los años 1969, 1979 y 2009 («debe de ser la suerte y el no pretenderlo, porque yo nunca he optado por mí mismo a ese prestigioso Premio», responde cuando se le pregunta por el triplete), este último por «El Rey. Historia de la Monarquía», un ensayo que bucea en la institución, que el historiador considera capital en nuestro país: «España ha tenido monarquía mil seiscientos años, desde los visigodos hasta hoy, con el paréntesis de dos repúblicas que no llegaron a seis años y una dictadura de cuarenta. Por consiguiente, desde el siglo V hasta nuestros días, casi todo ha sido monarquía. Se sea, pues, monárquico, republicano, ácrata o partidario de cualquier fórmula de gobierno, hay que reconocer que en la historia de España y de Europa la monarquía ha sido o es una institución de primer orden», explica.

El origen de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación se remonta a 1730, cuando la Junta de Jurisprudencia Práctica empieza a reunirse en Madrid en casa del abogado de los Reales Consejos don Juan Antonio Torremocha. En 1739 se imprimieron sus primeros estatutos. Celebraba dos reuniones semanales, los lunes y los jueves.