Esther Suárez: «Hay que encontrar respuestas, y el arte las tiene»
Está al frente de un ambicioso proyecto cultural, un espacio multidisciplinar en el que dar cobijo a las artes plásticas, escénicas, la literatura o la filosofía.
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Está al frente de un ambicioso proyecto cultural, un espacio multidisciplinar en el que dar cobijo a las artes plásticas, escénicas, la literatura o la filosofía.
En tiempos de escasez cultural, proyectos ambiciosos y privados como El Instante Fundación se agradecen. Concebido como un nuevo espacio multidisciplinar en el que pueda darse cobijo a artes plásticas, escénicas, filosofía o literatura, este proyecto se abre paso en Madrid en una espectacular nave ubicada en la calle Palos de la Frontera, 20. Su directora, Esther Suárez, se presenta «de perfil bajo» pero vence sus reticencias para hablar de un proyecto que merece la pena.
–Es que no me gusta aparecer...
–Bueno, pero un proyecto así hay que darlo a conocer, porque es importante. De otra forma, no tendrá sentido
–Mucha gente viene a informarse, estamos sorprendidos, para bien.
–¿Cómo sucede algo así?
–Yo llego en el mes de septiembre, cuando la nave donde estamos no era más que un lugar en obras, de la antigua estación de autobuses. Estaba pintada como un taller. Ahí comenzó la gran obra, pero teníamos confirmado el préstamos de la instalación artística de Christian Boltanski que está expuesta y eso nos animó a acelerar y poner una fecha y avanzar.
–¿Ya tenían la obra?
–Sí, porque uno de los patronos de la fundación es Laurent Busine, que fue director del museo de arte contemporáneo de Grand-Hornu. Viendo el espacio, pesó que era perfecto.
–¿Cómo le convencen a usted?
–Es un proyecto nuevo y me lo transmitieron con mucha ilusión. Me atrajo la idea de que se trate de un lugar para la reflexión sobre el momento en el que estamos. Sobre el presente desde diversos puntos de vista. Vamos demasiado acelerados y no somos capaces de detenernos y es necesario hacer la reflexión de dónde venimos y cuál es el objetivo. Me parece que, sin hacerla, puedes generar sufrimiento para todos, situaciones que no te conducen a nada. Hay que parar y reflexionar.
–No es fácil poner el freno.
–Por eso mismo, por esa inercia que te impide pararte a reflexionar si haces lo que quieres y estás bien enfocado. Ser feliz es muy complicado, pero hay preguntas legítimas. ¿Esto es lo que quiero?
–Para eso el arte es fabuloso, porque te obliga a poder detenerte.
–Si no te paras a hacerlo, no te dedicas es instante, esa reflexión se pierde. Por cierto, que así es como me incorporé al proyecto, en un instante. Conectamos y nos lanzamos. Es un trabajo con dedicación 24 horas, pero estamos ilusionados y, en ese momento, el tiempo ya no existe. Le dedicas todo lo que tienes y a gusto.
–¿Y se siente afortunada?
–Desde luego. Y más cuando veo que hay personas que se suman de forma solidaria, aportando lo que pueden.
–Será colaborativo, pero alguien tendrá que poner el dinero...
–Hay aportaciones privadas y públicas, pero es que partimos con una financiación tan mínima que te sorprendería. Para la instalación del Boltanski hemos necesitado el apoyo del Instituto Francés para poder traer la obra y montarla. Para cada proyecto tenemos que buscar financiación. Buscaremos nuestros propios registros.
–¿Es una autogestión?
–Sí, pero el dinero no es lo que mueve El Instante. Es la ilusión por hacer algo relevante.
–En su programación incluyen hasta música de cámara.
–Sí, estamos es un proyecto de taller-residencia de música de cámara con estudiantes y con tutores que se alojen aquí una semana, pero no queremos simplemente quedarnos en unos conciertos y nada más. Nos interesa que los intérpretes interactúen aquí con un filósofo, hablar de gastronomía y vincularla a la música, por ejemplo. Queremos que haya intercambio de disciplinas.
–El arte tiene esa visión.
–Claro, pero somos ambiciosos. El arte tiene respuestas. Pero queremos tener arte, literatura, filosofía y ciencia. Sociología y economía también. Queremos aportar datos de todas las fuentes de conocimiento porque todo está relacionado y hay que buscar de qué manera encontrar respuestas y reflexiones para todo.
–Quieren abarcar el mundo.
–Sí, y aunque logremos algo menos, pues estará muy bien. Quieres el sol, pero si logras una estrella, pues fantástico.
–También van a hablar de reactores de energía de fusión.
–Eso son palabras mayores... estamos en conversaciones con un científico para que venga a hacer una residencia y que nos explique su trabajo, pero siempre relacionado con otra disciplina.
–Hábleme de Boltanski, el artista que ahora exponen.
–Yo he perdido recientemente a una persona de mi familia y su obra me llega mucho, de una manera especial, porque habla de mineros muertos. Me hace recapacitar. Por ejemplo, cuando yo fallezca, no quedará nadie que se acuerde de mi abuela. Cuando yo me haya ido, ella desparecerá. Y a mi me toca eso de muy cerca. Es importante reflexionar sobre todo esto y su trabajo me parece impresionante.