«Hay que estar muy enfadado para escribir Batman»

Frank Miller copa todas las miradas del Salón del Cómic con su revisión del caballero oscuro

A Frank Miller le importa un bledo que la gente hable de su aspecto. En su primer día en Barcelona como la gran estrella invitada del Salón del Cómic, le compararon con un archivillano, con Freddy Kruger, incluso con una tortuga envejecida y enfadada porque le han robado el caparazón, ¡y dónde estaba Batman entonces! «Que opinen lo que quieran, me da igual», dijo ayer. Puede que estos periodistas y fans tengan razón, pero él sigue siendo Frank Miller y ellos no. Tan poco le importa su aspecto actual que incluso se niega a que le fotografíen y ayer mandó a freir espárragos a los fotógrafos que le esperaban. Porque nada dice tanto que te importa un bledo tu aspecto como negarse a que te retraten.

El genio detrás de recuperar a Batman como personaje icónico o de crear novelas gráficas cumbres del género como «Sin City» o «300», «sin duda mi obra favorita», dejó atrás su mal humor y se abrió a fans y periodistas para asegurar que «para poder escribir sobre Batman tienes que estar muy enfadado porque Batman es un personaje siempre furioso. A los 5 años la vida dejó de tener sentido y desde entonces sigue peleando para encontrarle sentido».

Cuando era un chaval soñaba con poder dibujar y escribir como Will Eisner. Cuando es un señor ya mayor y reconocido, sigue con el mismo sueño, «porque Eisner es el más grande creador de cómics de la historia». Primero fue portero, después conductor de autobús y cuando por fin pudo meter la nariz en el mundo editorial del cómic, se juró que no lo abandonaría nunca. «No sé hacer otra cosa, soy feliz en la fantasía», señaló , para añadir que nunca haría un cómic puramente realista porque se aburriría y la fantasía ayuda más a dejar sueltos todos tus demonios. «No digo que esté bien que alguien se vista con mallas y salga a la calle a dar palizas a los malos, pero con la imaginación crea grandes historias», añadió.

Siempre atento a la actualidad, «que se cuela en todo lo que hago», sigue atento ahora a las primarias americanas. «Me gusta Hillary, es fuerte. Trump es así como divertido, pero nunca le perdonaré que estropease mi ciudad con sus horribles edificios», comentó.

Por otra parte, ayer se entregaron los premios del Salón. Josep Maria Blanco ganó el Gran Premio y Ei Torres y Jesús Alonso el mejor cómic con el fabuloso «Els fantasmes de Gaudí».