Javier Vela: «La felicidad puede convertirse en un regreso o una huida»
Javier Vela / Escritor
Publica «Fábula», un libro repleto de versos sobre temas cotidianos en los que realidad y ficción se dan la mano y nada es lo que parece
A pesar de su juventud, Javier Vela (Madrid, 1981) lleva más de una década demostrando que es una de las voces poéticas de su generación. De la mano de la Fundación José Manuel Lara publica «Fábula» (Vandalia), un compendio estructurado de poemas en verso y prosa con lenguaje sencillo y referencias a la actualidad pero cargado de sentimiento.
–El término «fabulador» se usa en muchas ocasiones de manera peyorativa. ¿Por qué lo utilizó para el libro?
–Porque creo que todos somos en esencia fabuladores. Todos nos obstinamos en rescatar determinados episodios de la experiencia para completar una memoria que en ocasiones es demasiado volátil. En muchas ocasiones consigue engañarnos. Casi todo lo que recordamos está distorsionado y encierra todo tipo de fábulas y moralejas que son de las que hablo aquí. Esta coleccion de recuerdos tienen algo de inventado y algo de vivido.
–La prosa lírica y el verso se combinan a lo largo de toda su obra.
–Me parece que hay determinados temas y motivos que tienen una dimensión para la que a veces los zapatos le quedan demasiado grandes, y en ocasiones tenemos un exceso de forma y de lenguaje. Borges decía a menudo que no entendía que se escribieran 500 páginas para contar algo que se puede en 10. En mi caso, ese trasvase natural entre la prosa y el verso permite concentrar las intenciones que según qué tema requiere el poema. El buen escritor es el que sabe diferenciar la medida de las cosas.
–Utiliza temas tan populares como las series de televisión. ¿En cualquier lugar se puede encontrar poesía?
–Desde luego que sí. No quiero desvelar muchas de las referencias, pero hay cine, televisión... Cualquier historia deja en nosotros una huella que puede perfectamente plasmarse en poesía a través de una interpretación muy personal, no sólo guiado por la opinión general, que parece que es la que hay que aceptar.
–¿Cómo llega la poesía a su vida? Empezó a publicar muy joven.
–Pues a través de la música. Mis primeros poemas eran canciones que trataba de musicar de manera mediocre, pero llegó un momento que consideré que la palabra se sostenía sola sin necesidad de acordes. A partir de entonces tuve vocación de desarrollar una obra por escrito. Creo que gracias a entrar en este mundo a través de la música conservo un cierto ritmo en mis textos.
–Si sus poemas fueran una canción, ¿cuál sería?
–Probablemente una de Sufjan Stevens, un cantautor épico estadounidense que trata temas muy parecidos a los que a mí me atraen. O una cualquiera de Bon Iver, por ejemplo.
–Ha pasado de joven promesa a ser un escritor por derecho propio. ¿Cómo ha notado el cambio personalmente?
–Para mí no cambia nada, desde el punto de vista del escritor lo que importa es no repetir los discursos que han hecho otros y esforzarse por crear algo nuevo. Hay casos de grandes autores que empezaron de manera tardía a escribir sin haber sido nunca una promesa.
–¿Y alrededor nunca notó condescendencia?
–Sí, pero también el respeto y la admiracion intergeneracional, la intento poner en práctica siempre que puedo.
–Utilizando un verso de «Fábula»: ¿Lejos de ser felices, nos conformamos con la mención de la felicidad?
–Totalmente. Creo que la publicidad nos invita a pensar en un mundo idílico que hemos intentado encasillar, pero en realidad la felicidad es muy básica, basta con disponer de un ser querido, tener una mínima salud... Conviene pensar que, al fin y al cabo, la felicidad es una suma de pequeños detalles que nos hacen sentir dichosos.
–¿Como volver a Cádiz después de vivir en Madrid?
–Desde luego, la felicidad puede convertirse en un regreso o en una huida.
El lector
«Soy lector de papel sobre todo los días en los que hay algún suplemento especializado en Cultura. En cuanto al formato web, a diario fundamentalmente las secciones de Viajes, Sociedad y Tecnología de distintos medios, nacionales y extranjeros, que me ayudan a tener una visión más amplia de un tema en concreto».