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La escritora británica Helen Bailey pudo ser enterrada viva

Los restos de la escritora, de 51 años, fueron encontrados sumergidos en excrementos humanos en una fosa séptica en su propiedad de Royston, a las afueras de Londres
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Los restos de la escritora, de 51 años, fueron encontrados sumergidos en excrementos humanos en una fosa séptica en su propiedad de Royston
La escritora británica Helen Bailey podía estar aún viva cuando su cuerpo fue arrojado a una fosa séptica, donde fue hallada muerta en 2016, informa hoy la prensa británica, según ha trascendido en el juicio sobre este caso.
Ian Stewart, de 56 años y que está acusado de la muerte de Bailey, es juzgado en el tribunal de St. Albans (al norte de Londres), acusado de haber drogado a su novia antes de echar su cuerpo al tanque ubicado debajo de la vivienda, en el condado de Hertforshire.
Los restos de la escritora, de 51 años, fueron encontrados sumergidos en excrementos humanos en una fosa séptica en su propiedad de Royston, a las afueras de Londres.
Bailey, autora de más de 20 libros, entre ellos la serie para adolescentes "Electra Brown", desapareció en abril del año pasado y tres meses después fue encontrado su cuerpo.
El patólogo Nat Cary, del Ministerio de Interior, declaró al tribunal que Bailey estaría sedada pero aún con vida cuando fue arrojada al pozo.
De acuerdo con los detalles de las pruebas forenses, el fármaco Zopiclone, que ayuda a dormir y que los médicos le habían recetado a Stewart, estaba presente en el hígado y los músculos de la escritora, pero debido al tiempo transcurrido entre su desaparición y el hallazgo del cuerpo, es difícil establecer la cantidad que había en el organismo cuando fue colocada en la fosa.
El médico de Stewart, Afshan Khan, declaró al tribunal que le recetó el medicamento en enero del año pasado y que sólo puede ser considerado seguro para el paciente que lo necesita.
La muerte de la escritora habría tenido un motivo económico, puesto que Stewart era el principal beneficiario de su fortuna, estimada en unos cuatro millones de libras (4,6 millones de euros), si bien el acusado niega los cargos de asesinato y fraude.
Efe

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