La feria de Dubái habla español
Pablo del Val, al frente de MACO, la cita de arte mexicano más importante, ha sido nombrado miembro del equipo directivo del encuentro artístico de Medio Oriente.
En México es media mañana cuando hablamos con Pablo del Val, un hombre curtido en casi todos los campos del arte: «He tocado todos los palos y eso ayuda a tener una visión del sector más amplia». Entre una reunión y otra nos atiende, pues se ha hecho oficial su nombramiento como nuevo miembro del equipo directivo de la feria de arte de Dubái, lo que define como «un reto salvaje». En los últimos años, América Latina ha ocupado el tiempo y el trabajo de Del Val; ahora le toca otra parte del globo totalmente distinta, un área geográfica inmensa que tiene como epicentro Oriente Medio pero que llega hasta África. «El gran reto es llegar allí con los ojos limpios y poder empaparme de todo lo que vea», explica al otro lado del teléfono. Dice que Dubái se ha convertido en un punto de conexión entre Oriente y Occidente. Todo pasa por allí y la producción artística de estos países está empezando a tener un auge brutal», comenta.
Él llega para poner en pie la que es la feria del décimo aniversario, una efeméride redonda en la que dar lo mejor. De hecho, la feria abarca aspectos bastante más amplios de lo que por estos lares entendemos. No se limita exclusivamente al arte, sino que extiende y coloca una parte importante del peso en los aspectos educacionales «porque es a través de la educación como mejor nos podemos acercar y conocer el arte contemporáneo, de ahí la enorme importante que posee todo lo que tiene que ver con la educación». Cualquier podría pensar que después de haber dirigido la sala de máquinas de MACO, el centro de arte más importante de México y una referencia internacional, el cambio va a ser enorme. Del Val lo sabe y se «pondrá la camiseta», como le gusta decir, del país al que llega, pero resalta que no hay tanta diferencia entre ambos mundos, ambos países: «No todo es Occidente. Existen bastantes más puntos de conexión de los que nos creemos. No olvidemos que estamos ante países emergentes y poderosos. El futuro pasa por ellos».
Necesidad de crecer
¿Le costará adaptarse a sus códigos? «Llegaré con respeto y con la intención de entender una realidad que no es la occidental. Es un desafío adaptarse a sus códigos de vida», contesta. Su intención, confiesa, es mirar en esta primera edición «desde la barrera para en la siguiente ya poder hacer cambios. Daremos una vuelta de tuerca para ponerlo un poco patas arriba porque todas las ferias necesitan crecer». Siente una verdadera fascinación por la creación artística que se hace hoy en Oriente Medio: «Trabajan con la precariedad y su intención es de una clara denuncia de la realidad política y social que viven realizada siempre de una manera exquisita e inteligente. Saben mezclar conceptos sabiamente», señala.
En cuanto a poder tropezar con determinadas piedras en el camino debido a ciertos problemas derivados de la falta de libertad, Del Val asegura que «hay poco censurado y prohibido. Hay mil maneras de dar la vuelta a la tortilla y en ese sentido el arte es muy inteligente y sabe criticar sin escupir a la cara. Es la misma crítica realizada en un sitio y en otro, pero con matices. Aprenderemos, porque todo tiene un porqué», sostiene.