La Galicia inédita de los años 40, a través de los ojos de Virxilio Vieitez
La Fundación Telefónica recupera el trabajo del fotógrafo Virxilio Vieitez
La Fundación Telefónica recupera el trabajo de este fotógrafo español
Keta Vieitez jamás imaginó encontrar en el trabajo diario de su padre un patrimonio cultural e histórico de la sociedad española de los años 40 y 50 del siglo pasado, además de un excelente testimonio social que se transformó en memoria de un pueblo en un período contemporáneo a la Segunda Guerra Mundial. El reencuentro con ese legado se dio a través del casual descubrimiento de varias latas oxidadas que contenían numerosos rollos fotográficos que jamás fueron revelados por Virxilio, su padre, y que se encontraban abandonados en el desván de su casa, Cinco años después de su muerte, es su hija la interesada en dar a conocer a la opinión pública todas las imágenes que durante 20 años retrataron el sentir cultural de Galicia.
Vieitez era un retratista de pueblo. Iba a dónde le llamaban aunque fuese para un simple retrato utilizado para un DNI. No obstante, sus obras ahora adquieren un valor histórico y artístico. En las fotos refleja acontecimientos cotidianos. Documentaba momentos vitales de las personas y familias de la zona, desde bautizos, bodas, cumpleaños y hasta funerales. "Mi padre tenía el talento y la capacidad de intuición extraordinaria en el momento de plantear la puesta en escena, en la que incluía objetos y sugería poses que a veces rozaban el surrealismo, pero que a pesar de ello, se convertían en fragmentos fuertemente enlazados con el entorno", manifestó su hija. Sin quererlo o intuirlo, su trabajo reflejó costumbres, tradiciones, actividades tan cotidianas como ir de paseo al río o a la playa, la de retratar a un animal, la de poner a posar a mujeres con trajes de baños e incluso fue uno de los primeros en dar vida a las imágenes del fútbol en Galicia. Para la comisaria de la exposición, Enrica Viganó, "Vieitez fue un artista por instinto. Fue quien inventó una gramática propia para escribir su relato; por ese motivo ha entrado en el olimpo del arte fotográfico".
Las fotos, en su mayoría en blanco y negro, muestran la indumentaria de niños, jóvenes y mujeres, así como la manera en que disfrutaban en aquel entonces del verano, del frío invierno con nevadas o de la dulce primavera. Oficios como los de cerrajero, carpintero y pescador, eran motivos de inspiración. También se muestran los primeros coches que llegaron a la región, los inéditos aparatos de radio y la diversidad de peinados en ambos sexos. "La exposición nos permite redescubrirnos como sociedad porque se convierte en un recurso expresivo de las actividades cotidianas de un grupo de personas que fueron parte de una Galicia rica en testimonios culturales", puntualizó Keta Vieitez.