La ironía, elemento clave

El escritor Luis Alberto de Cuenca, gran aficionado al cómic, destaca el hecho de «haber sido capaz Víctor Mora de crear un personaje con sólo 25 años. Fue prodigioso porque demostró poseer un enorme talento», señala, y destaca como uno de sus grandes logros «el hecho de introducir en el cómic heroico una cierta ironía, que se ve en personajes como Goliat o Crispín, con el que los niños y adolescentes de la época nos identificábamos. Incluso en el caso de Sigrid y al tratarse de un autor pogresista, supo diseñarla muy bien desde el punto de vista igualitario, pues en ocasiones era capaz de empuñar una espada». Para De Cuenca, la presencia de ese componente irónico es precisamente lo que diferencia el cómic de los 40 del de la década posterior. El escritor no olvida la importancia de su compañero, Ambrós «un dibujante excepcional». Para Mora «El capitán Trueno» fue «su pasaporte para la posteridad», concluye.