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«La Mercedes» va cogiendo forma

Tras años de pleitos por recuperar el pecio «robado» por Odyssey, ayer desembarcó en Cartagena la expedición que, a 30 millas de Cádiz, ha conseguido recuperar una docena de objetos de la fragata hundida en 1804
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Tras años de pleitos por recuperar el pecio «robado» por Odyssey, ayer desembarcó en Cartagena la expedición que, a 30 millas de Cádiz, ha conseguido recuperar una docena de objetos de la fragata hundida en 1804
i en 2012 un fallo del Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó el recurso de Odyssey y obligó a la compañía a devolver las 500.000 monedas de plata y oro que habían cogido años antes, y en julio de 2013 fueron entregados los últimos restos de «La Mercedes» a España –aquellos que habían permanecido ocultos en Gibraltar–, desde ayer se puede decir que la fragata del siglo XIX ha tomado un poco más de su forma original. Concretamente se ha recompuesto con doce objetos «nuevos» de ese pecio que durante dos siglos había reposado bajo metros de agua salada y que desde mayo de 2007, parte del mismo, ha andado de un lado a otro del Atlántico. De Cádiz a Estados Unidos primero, en una ida que nunca debió darse, y de vuelta a casa después. Aunque justamente las piezas que ayer desembarcaron en el puerto murciano de Cartagena no han sufrido este «mareo» por medio mundo. Siempre estuvieron ahí. En el fondo desde el fatídico 5 de octubre de 1804.

- La vida a bordo

Con éstos, la expedición que ha durado del 18 al 23 de agosto ha conseguido recuperar esa docena de «tesoros» que corrían serio riesgo de desaparición y que ya permiten documentar y reconstruir la vida a bordo. Porque el rescate ha sido de todo menos sencillo, de hecho, como apuntó el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, «se trata de la primera vez que un Estado miembro de la Unión Europea realiza una excavación subacuática a más de 1.100 metros de profundidad». Éxito que contribuirá en un futuro a iniciar nuevas misiones para buscar pecios que no hayan sido expoliados, continuó. Importante dato que salía a la luz tras comentar los daños causados por Odyssey cuando barrió el fondo marino con sus palas de hierro en su ansia por hacerse con todas las monedas de la fragata. Dato ante el que Méndez de Vigo respondió afirmando que «ésta es la mejor manera de plantar cara» a estos piratas contemporáneos.

- Más expediciones

La odisea que ahora aporta, entre otros, un cañón pedrero de bronce de 80 centímetros, una maja de almirez de oro, una palmatoria de plata, tres cucharas, un tenedor y tres platos –también de plata–, se espera que «no sea la única expedición que se realice al pecio de ‘‘La Mercedes’’», coincidían los investigadores. De hecho, el propio director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), Iván Negueruela, quiso mostrar su confianza en conseguir una nueva campaña para este proyecto con el fin de concluir los trabajos de documentación: «Con una segunda campaña de cinco días daríamos por cerrada la responsabilidad del Estado con ‘‘Nuestra Señora de Las Mercedes’’».
Para llegar hasta el pecio hundido ha sido necesaria la ayuda de la Armada española, como expertos en el manejo de un robot que, operado remotamente, «ha logrado explorar hasta los 1.200 metros», confesó Negueruela. Hito que se espera que marque un antes y un después por las técnicas usadas en su puesta en escena, como confesó el ministro, que además de hablar de «éxito» del operativo mostró su intención de dar a conocer las técnicas arqueológicas empleadas ante la Unión Europea. «España está a la vanguardia y tenemos mucho que enseñar al resto del mundo y la prioridad de incorporar a la marca España, que hasta ahora se ha orientado hacia la Economía, en el ámbito cultural», apostilló.
Además de los lingotes, vajilla, culebrina, cañón y demás objetos recuperados, la expedición ha servido para confirmar la extensión del pecio, de 150x140 metros, y se ha realizado un mapa oceanográfico para medir las variables que pudieran afectar a la conservación de la fragata: salinidad, corrientes y otras alteraciones de tipo natural. Así como el plano arqueológico del barco hundido.
Como guinda al pastel –a la espera de esa segunda «visita»– y, sobre todo, como homenaje a los 249 marineros que no pasaron de aquel 5 de octubre –51 lograron sobrevivir–, se ha depositado en el mismo lugar en el que se encontraban los restos una placa de bronce en la que se puede leer «En recuerdo de las víctimas de la fragata ‘‘Nuestra Señora de las Mercedes’’ que fallecieron el 5 de octubre de 1804». Y no sólo a ellos, sino a todos los que desde que Odyssey diese con los restos en mayo de 2007 han movido cielo y tierra por traer la nave de vuelta a España.

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