«La pazza gioia», de Paolo Virzì, Espiga de Oro en la Seminci de 2016
Ni en el festival más caótico y primerizo del mundo se ha dado el hecho de que aparezcan los premios en Internet antes de anunciarlos en la correspondiente rueda de prensa, cosa que ha sucedido en esta hermosa ciudad. Tampoco es normal estar leyendo premios durante una hora.
La película triunfadora, sin ninguna discusión, ha sido la italiana «Locas de alegría», de Paolo Virzi. Espiga de Oro, premio a las dos actrices (Valeria Bruni-Tedeschi y Micaela Ramazzotti) y, además, Premio del Público. O sea, todo. Una buena película, como la argentina «el ciudadano ilustre», de Mariano Cohn y Gastón Duprat, ha obtenido la Espiga de Plata, segundo premio, y el premio al Mejor Guión. Llamamos la atención sobre el premio «Fipresci», asociación internacional de crítico, que se ha decantado por la francesa «Las inocentes», de Anne Fontaine.
Como resumen, un flojo festival, y ahora a esperar y desear que la próxima edición, la 62ª, remonte. La película de clausura, la franco-canadiense «Le fils de Jean» –«Los hijos de Jean»–, de Philippe Lioret, es una bobada con un actor protagonista sencillamente impresentable. Un film a olvidar, para siempre.