Las subvenciones se darán a priori y no según la taquilla
El Real Decreto aprobado ayer en Consejo de Ministros da carpetazo a las ayudas a la amortización, aquellas que dependían de a taquilla hecha por la película, que se sustituyen por las «a priori», es decir, las que percibirá el productor al presentar su proyecto. El cambio, que ya quedaba adelantado y más que apuntado en la norma que se aprobó el pasado mes de mayo, significa un importante giro en el modelo industrial, pues se podrá conocer anticipadamente el montante de dinero con que se cuenta para acometer un proyecto cinematográfico y no se tendrán que esperar dos o tres años después del estreno para poder percibir las ayudas. Las nuevas se pagarán en varias fases, pero siempre antes de que esté hecha la película. La principal razón de este cambio sustancial es, sobre todo, evitar fraudes, como el de la compra masiva de entradas con el objetivo de poder acceder a las subvenciones en que están involucrados algunos de los más relevantes productores y que actualmente investigan varios juzgados de Madrid.
El presidente de la Federación de Productores de España (Fapae), Ramón Colom, aplaudió el cambio del sistema de ayudas por uno a priori, aunque ha advertido de los riesgos que existen, puesto que «no hay nada ensayado» en este terreno. «Se va a abrir el camino sobre el mar sin saber si nos vamos a hundir», ha alertado.
El Real Decreto profundiza en algunos aspectos de la reforma, con medidas dirigidas a «simplificar la intervención administrativa en la cadena de producción, distribución y exhibición cinematográficas». Así, se regulan cuestiones como la consecución del certificado de nacionalidad española de las obras, la calificación por edades o el régimen de coproducción, y se define el concepto de «obra audiovisual difícil», que engloba producciones con un presupuesto no superior a 300.000 euros, cortometrajes y obras rodadas en lenguas cooficiales. En esos casos, el Real Decreto eleva el techo de la subvención sobre el total del presupuesto del 50 por ciento genérico al 70, 75 y 65 por ciento, respectivamente. La aprobación de esta nueva norma confirma la intención del Gobierno de culminar la reforma para que entre en vigor en enero 2016, pese a las peticiones de los productores de aplazarla hasta después de las elecciones (y que hicieron constar al Ministerio de Cultura mediante el envío el pasado 18 de noviembre de una carta) porque la ven «precipitada» y opinan que se ha realizado «con premura».
La culminación de la reforma del cine llegará con la aprobación, antes de que acabe la legislatura, es decir ya, de dos órdenes ministeriales: una que detalle el método de reconocimiento de costes y otra con las bases reguladoras de las ayudas. La idea es que el nuevo sistema de ayudas entre en vigor en enero de 2016, para producciones que se emprendan ese año, pero en cualquier caso habría, lógicamente, un periodo transitorio de convivencia de los dos modelos, ya que aún están pendientes de pago las ayudas a la amortización por estrenos de 2014 y de 2015.