Churchill ya no da más de sí
¿Más Churchill? ¿Ese hombre que discernía asuntos de estado de día y nos regalaba frases para la posteridad por la noche? ¿Un «premier» más allá del retratado por Anthony McCarten en «El instante más oscuro» y adaptado a la gran pantalla? ¿El estadista que ha provocado más derramamiento de tinta que ningún otro político? Sí. Parece haber más hueco para un nuevo libro de este titán de la literatura, la política y la conspiración. El autor, Richard Toye, profesor de la Universidad de Exeter, se ha ocupado de coordinar a un equipo de investigadores de relieve como Jeremy Black, Richard Overy y Chris Wrigley, para que cada uno se centre en un período de la vida del estadista, y del aspecto de su actividad o arista vital que mejor conozca. De ahí que nos enfrentemos a un libro de capítulos cortos y que se leen bien sobre momentos clave de su carrera. Desde su juventud hasta el período de la Guerra Fría, el volumen considera su estrategia militar durante ambas contiendas mundiales, al igual que aborda los asuntos sociales, políticos y económicos que ayudaron a definir la «era Churchill».
Siendo un libro agradable, tiene un «pero»: «Pocas personas conocen el alcance completo de los logros del primer ministro o los muchos aspectos controvertidos de su carrera», dice la introducción... ¿De verdad? El presente texto no ofrece muchas novedades –con tantos títulos publicados sobre él una llega a pensar que conoce hasta la marca de calcetines que gastaba– y carece de unificación editorial. Esto se debe al típico problema de haber dado rienda suelta a los autores, y permitir que se solapen, hasta el punto de cubrir el mismo terreno, sin referencias cruzadas o contraste de opiniones. Sinceramente, aunque la obra merezca la pena, suena a «batiburrillo» opinológico. Aun así, Kevin Ruane investiga a Churchill en relación a las armas nucleares y la Guerra Fría. Warren Dockter ofrece un buen resumen de Churchill sobre el Islam y Paul Addison es sobresaliente en su juicio equilibrado sin los símbolos de la retrospección.
Compañía femenina
Desde la niñera Everest hasta su madre y esposa, el primer ministro se deleitó de la compañía femenina. El profesor honorario de la Universidad de Edimburgo describe con delicadeza al personal femenino de Chartwell (el hogar del premier), especialmente a las secretarias leales, curiosas y exóticas como Eleanor Roosevelt o Madame Chiang Kai-shek. Para las mujeres, la distinción entre las esferas pública y privada se derrumbó en las dos guerras mundiales, lo que condujo a un mayor papel en la política y las profesiones.
En ciertos capítulos, no queda claro si Churchill era uno de los nuevos liberales ni en qué se diferenciaba de los antiguos. Todos favorecieron el libre comercio, las pensiones, los beneficios de la vejez y la reforma de la Cámara de los Lores. En definitiva: un libro para distinguir al Churchill real del de leyenda con una introducción accesible y analítica de los temas clave de su vida y sus andanzas políticas pero que aporta poco.