David Lagercrantz: «Me propuse tener a Larsson en mi sistema sanguíneo»
«Lo que no te mata te hace más fuerte», la nueva entrega de la saga «Millennium» sale a la venta hoy en 40 países. Su autor se enfrentó al reto de revivir a los personajes del fallecido Stieg Larsson y ha estado «obsesionado con Lisbeth Salander»
«Lo que no te mata te hace más fuerte», la nueva entrega de la saga «Millennium» sale a la venta hoy en 40 países. Su autor se enfrentó al reto de revivir a los personajes del fallecido Stieg Larsson y ha estado «obsesionado con Lisbeth Salander»
Desde que aceptó el reto de continuar la saga «Millennium», la vida de David Lagercrantz (Solna, Suecia, 1962) ha dado un vuelco. Tras meses de especulaciones entre sus lectores y de un arduo trabajo por parte de su autor, «Lo que no te mata te hace más fuerte» es ya una realidad. Hablamos con el autor sobre esta experiencia única.
–¡Por qué se decidió a aceptar la propuesta de escribir la cuarta entrega de Millennium?
–Porque no pude resistirme. Cuando entendí que la cosa iba en serio y de que realmente querían que yo escribiera el libro, me dio una especie de ataque, me desperté en medio de la noche, me acuerdo volviendo a casa, con la cabeza dándome vueltas, creo que me obsesioné con ello, me obsesioné lógicamente por Lisbeth Salander y, de alguna manera, entendí que era el tipo de personaje sobre el que he estado escribiendo toda mi vida, un genio mal tratado, de hecho, acepté, pues, por pura pasión.
–¿Cómo es escribir «en el nombre de» o introducirse en un universo creado por otro autor? ¿Cómo se siente?
–Es difícil, por supuesto. En primer lugar, tuve que aprender a hacerlo, los lectores tenían que sentirse como en casa en el universo de Stieg Larsson, así que debía tenerlo en mi sistema sanguíneo, aprendí a construir los personajes, aprender el código para escribir sobre él, pero no podía ser simplemente un imitador, debía poner algo de mí mismo en él y no podía tenerle miedo. Cuando aprendí el universo, el código y el personaje, tuve que tener el valor de ser un poco libre y ponerme a mí mismo dentro. Al principio, fue difícil y extraño pero, después de un tiempo, sentí que aquellos eran mis personajes. Los extraordinarios personajes de Stieg Larsson empezaron a cobrar vida en mí, y ha sido una fantástica y maravillosa experiencia.
–Tras esta cuarta entrega, ¿tiene en mente otros libros más?
–No lo sé, me encuentro ahora mismo en una situación privilegiada, tengo muchas y fantásticas ideas para otros libros, pero la verdad es que no lo sé; por favor pregúntamelo en un tiempo y te contestaré seguro... le doy vueltas día y noche a qué haría, pero ahora mismo estoy ocupado con esto, así que no puedo decirte, ¡veremos!
–Ha mencionado antes a Lisbeth Salander. ¿Ha sido fácil ponerse en sus zapatos?
–Fue muy difícil, pensé que conocía a Lisbeth Salander porque releí los libros una y otra vez, pero entonces vi que era complicado encontrar la manera de describirla. Al principio puse demasiada emoción en ella, pero a Lisbeth Salander no le va mucho el tema de las emociones ni del melodrama. Debes sentir sus sentimientos, como la rabia, su dolor, sus ansias de venganza entre líneas, así que muy pronto entendí que debía encontrar la manera adecuada de describirla en las escenas, en las que lucha, por ejemplo. Después de un tiempo, Lisbeth empezó a vivir en mí y entonces yo sólo estaba esperando escribir sobre ella. Creo que conectamos, ella es uno de esos personajes de los que nacen uno cada siglo, pienso que la necesitamos y debemos volver a ella una y otra vez, como «El hombre arañan», conectar con este brillante y complejo personaje.
–¿Ha crecido la familia Millennium? ¿Hay nuevos personajes?
–Sí, claro, es parte del «show»; debe haber nuevos personajes, nuevos villanos, nuevos chicos malos, chicos buenos, pero por supuesto también los antiguos, Lisbeth, Mikael, Erika Berger, la Hacker Republic, los agentes de policía Jan Bublanski, están todos, aunque también he añadido nuevos personajes en el libro. Como sabrás, me apasionan los genios, así que también he puesto a un personaje que es un genio, un joven artístico que tiene el síndrome savant, parecido al protagonista de Rain Man, personajes que creo sirven de contrapunto a Lisbeth. Seguí lo que me dictaba el corazón y mi pasión.
–Sodelman es el barrio de los personajes buenos de «Millennium». ¿Hay otros lugares o barrios en el libro?
–Sí, una parte del mismo se desarrolla en Estados Unidos, en la NSA, la Agencia Nacional de Seguridad, y aparecen también otros emplazamientos de Estocolmo, pero lo bonito de «Millennium» es que yo vivo en esta zona, así que cuando me daba pereza, no tenía que viajar lejos para hacer mis investigaciones. Desde aquí veo Lindagatan, donde nació Lisbeth y su maléfico padre maltrataba a su madre, si vas hacia abajo tienes el café en el que Mikael Blomkvist desayuna, un poco más abajo los locales de «Millennium». La mayor parte de la historia se desarrolla en mi barrio, en mi propio barrio.
–Debe ser muy emocionante mezclar el sitio en el que vives en la propia historia.
–Ha sido totalmente genial trabajar aquí e imaginarme a Lisbeth Salander caminando por donde yo también camino. Creo que lo curioso de escribir es que a menudo lo haces mejor cuando no escribes, cuando caminas y tu subconsciente está dándole vueltas a la trama, yo caminaba por aquí, Mikael y Lisbeth también... ha sido fantástico mezclar realidad con ficción.
–¿Qué fue lo más difícil y lo más divertido de este proyecto?
–Lo más difícil creo que ha sido dar con una trama de intriga compleja, como las que hacía Stieg Larsson, y es que ofrecer una historia repleta de misterio, y no una novela negra convencional en la que hay un cuerpo y un policía alcohólico que resuelve el asesinato, pero nunca era así con Stieg Larsson, que hacía una historias que iban y volvían y volvían a venir, así que encontrar una compleja a la altura de las que hacía Stieg Larsson ha sido difícil. Mi mujer estaba como loca porque era como que yo soñaba con ello todo el día, estaba obsesionado. Pero a la vez, este proceso ha sido la parte más difícil y también la más divertida. Después, como es lógico, está dar con la clave para escribir un libro adictivo, como los de Stieg Larsson, de calidad, poder abrir el libro y seguir leyendolo. Como los grandes libros suecos, he intentado que haya intriga en cada capítulo, encontrar mi propia perspectiva, crear ese dibujo que sea duro y terriblemente divertido.
–¿Existe para usted un antes y un después de la redacción y publicación de «Millennium 4»?
–Sí, cuando decidimos hacer esto no sabíamos cómo reaccionaría la gente, no sabíamos nada, pero todo el mundo está muy emocionado y me han pasado peticiones de entrevista desde todos los países del mundo, ¡es una locura total! Nunca he visto una cosa así antes en el mercado del libro, a juzgar por mi agenda, tengo que ir a todas partes y dar entrevistas en todo el mundo. Por supuesto que hay un antes y un después. Podría decirse que formo parte de este circo increíble que es «Millennium», te das perfecta cuenta de cómo Stieg Larsson era y cómo era amado como escritor. Veo lo importante que fue, y es un privilegio y también una gran responsabilidad, por lo que tienes que darlo todo, por lo que he hecho todo lo posible, he hecho todo lo que he podido, he trabajado muy duro pero ahora estoy muy contento. Me siento aliviado porque al menos puedo hablar sobre ello.
Escribir en completo secreto
Hacía tiempo que un libro no generaba tantas expectativas y un despliegue promocional de este calibre. «Millennium 4» sale a la venta simultáneamente en 40 países con una tirada inicial de 2,7 millones de ejemplares. En España Destino (y Columna en lengua catalana) edita 250.000 ejemplares. Pero antes de llegar a las librerías, «Lo que no te mata te hace más fuerte» ha vivido un proceso de producción digno de una trama, nunca mejor dicho, de novela negra, como las aventuras de Lisbeth Salander (en la imagen). Lo explica el propio Lagercrantz: «Ha habido tanto secretismo en todo el proceso que tuve que escribir en un ordenador sin conexión a internet; utilizábamos palabras en clave, no usábamos el mail, vivía en una especie de ‘‘spyware’’; y ahora por fin puedo hablar, y las cámaras y la luz pública me aterrorizan, pero al menos ya puedo hablar de ello, de lo que ha sido lo más emocionante de mi vida». Todo el personal implicado en la novela se ha visto más o menos sometido a estas particulares circunstancias de trabajo: los traductores tuvieron que desarrollar su actividad en un búnker, también sin conexión a internet. Semejantes medidas de seguridad son propias de otros grandes «best sellers», como las novelas de Dan Brown.
«La venganza de Dios», una secuela imposible
¿Tiene sentido hipotetizar sobre cómo hubiera sido la continuación de la saga en caso de que Stieg Larsson (en la imagen) hubiera vivido para proseguirla? En realidad, el autor falleció apenas había entregado el tercer tomo y ya trabajaba en el cuarto libro. Conocemos el título del mismo, «La venganza de Dios», pero no han trascendido muchos detalles sobre la trama. En una entrevista con LA RAZÓN en abril de 2011, Eva Gabrielsson, compañera sentimental de Larsson durante 30 años, rehusaba ahondar en este asunto: «Conozco la parte de la trama que Stieg estaba escribiendo cuando murió, pero no quiero dar más detalles porque incluso existe el riesgo de que se hagan películas, no basadas en los libros, sino en las ideas o los personajes».