Desintoxicando a Mia Krüger

Samuel Bjørk recupera en «El búho» las vidas de la pareja de investigadores de la Unidad de Homicidios de Oslo que inspiró su primer «thriller»

Frode Sander Øien es un tipo correcto; un trabajador muy creativo que llega a pequeños grupos alternativos a través de la música y la traducción de Shakespeare, entre otros, para el teatro. Pero enfrente tiene a Samuel Bjørk, el álter ego que utiliza para codearse con las masas a golpe de historietas en papel. Una segunda personalidad que le surge cuando empuña el bolígrafo y que emplea para «esconderse de mi otro yo. Me gusta la libertad que me da la novela negra», comenta. Si en 2014 lanzó «Viajo sola», su primer «thriller» y «best-seller» en en todos los países que se publicó, ahora es el turno de darle continuidad a las vidas del veterano investigador Holger Munch y la inspectora Mia Krüger en «El búho» (Suma de Letras). Una joven aparece estrangulada en el bosque sobre un lecho de plumas en el centro de un círculo de velas y la pareja de la Unidad de Homicidios de Oslo tendrá que resolver un caso en el que tendrá mucha presencia el «pájaro de la muerte». Una nueva trama que, pese a continuar con la actividad de Munch y Krüger, se desarrolla de forma independiente: «Tiene su propia historia, aunque los personajes sí han evolucionado en relación con el anterior libro», apunta Bjørk.

Ella volverá por la senda de sus tendencias suicidas y sus adicciones a las píldoras y el alcohol. «Es tan frágil –continúa–, que necesita un sistema de protección contra toda esa maldad, pero ya estoy escribiendo el tercero y ahí ya se reivindica. Estoy impaciente por volver a casa porque cuando dejé de escribir ya se había desintoxicado y espero que pueda seguir así». Lucha en la que el autor noruego tiene mucho que decir aunque reconoce que «depende de ella, pero yo voy a hacer lo que pueda por ayudarla en posibles recaídas».

Novela negra lejos de clichés que en su país consideran demasiado disperso para tal calificativo, que no para quitarle méritos: «No he sido nunca escritor de este género –se justifica Bjørk–, así que cuando comencé me pareció importante hacer mi trabajo y crear mi propio estilo. Que no fuese sólo misterio, e intriga. En Noruega dicen que esto no es novela negra, que es otra cosa, pero a mí me basta con mantener este mundillo con un contexto social y de personajes».