Editor sin final
Biografía
Existe una reciente tradición de editores cultos que han testimoniado, en acertadas crónicas literarias, sus experiencias profesionales y humanas vinculadas a la creación de un libro; basta pensar en Mario Muchnik o Jorge Herralde. Sobre 1998, cuando Jaime Salinas había finalizado «Travesías», sus excelentes memorias, concedió una extensa entrevista que ahora se publica con el título de «El oficio de editor». Defendiendo sus ideas sobre el mundo de la edición libresca, trazando un lúcido panorama de la sociología lectora de nuestro país, obtenemos de paso una clásica semblanza de la rica personalidad intelectual de quien fuera el inspirador del libro de bolsillo español. Para Salinas, el editor debe ser un intermediario entre el escritor y el lector; a partir de aquí asistimos al protagonismo del factor empresarial; al, en su opinión, cuestionable papel del agente literario; al fenómeno de la venta en grandes superficies comerciales; a la presencia de poderosos grupos editoriales fagocitando a emblemáticas editoriales históricas; sin olvidar acertadas reflexiones sobre la influencia de la crítica literaria, la ambivalente fortuna de la cultura del «best-seller», la gran importancia editorial en su día del «boom» hispanoamericano, o aspectos más personales co-mo la evocación de su amistad con Juan Benet o Juan García Hortelano y el éxito logrado con la publicación entre nosotros de Henry Miller, Günter Grass y Michael Ende.
Ponderado pero sincero, sentencioso con ironía, Jaime Salinas se muestra aquí como el editor ilustrado, perspicaz, sensible y señorial que siempre fue.