El nuevo disparo del anti-Bond
Para introducir al policía militar retirado Jack Reacher, protagonista de la numerosa saga de Lee Child, hay que partir de sus características físicas: un coloso de casi dos metros, ojos azules fríos como el hielo ártico, de pelo rubio enmarañado, sonrisa desganada y manazas como puños de acero. Esta fuerza de la naturaleza tiene un carácter más bien taciturno, vive con lo puesto y carece de toda identificación, lo que hace de él un ser errabundo sin nombre ni domicilio fijo. Un héroe anónimo insólito que vive a la intemperie y solamente responde a las requisitorias de los amigos a los que debe algún favor. Estamos frente a la construcción literaria de los viejos estereotipos de tebeos y novelas de acción de comienzos del siglo XX, como «El hombre enmascarado», el héroe sin nombre ni identidad.
Sus móviles de actuación suelen ser la amistad y la venganza, y guía sus razonamientos, intuitivos pero tan certeros como los de Sherlock Holmes, una cáustica ironía. Lee Child, pseudónimo del escritor inglés de Jim Grant, lleva escritas diecinueve novelas de Jack Reacher, con ventas millonarias. «Un disparo» fue llevada al cine por Tom Cruise con el título de «Jack Reacher» (2012) y la nueva, «Personal», acaba de recibir el VIII Premio RBA de Novela Negra 2014. Ambas parten de similares presupuestos, el francotirador imbatible. En «Personal», dos especialistas en largas distancias son contratados para perpetrar un magnicidio, y parece ser que solamente Jack Reacher es capaz de detenerlos. Y lo hará acompañado de una jovencita militar a la que respetará como si fuera su padre. Ésta es otra de sus características, la ausencia de sexo y amor, como un anti-James Bond que prefiere las peleas, la acción y los golpes mortales antes que el romance con la chica de turno.
Pero si en algo destaca Reacher es en su capacidad deductiva. Tiene esa intuición típica de la paranoia crítica daliniana, que le permite aventurar deducciones con el menor número de datos empíricos y adelantarse a las acciones por el método socrático. Es, pues, un héroe de una pieza, que protagoniza aventuras de intriga internacional de lo más entretenidas y sin que su autor tenga que avergonzarse de recurrir a los viejos presupuestos del «thriller» añoso, revitalizado en tiempos ideológicos de ñoñez posmoderna.
Duro como el pedernal
Los progres no fliparán con su espíritu militar ni sus formas expeditivas y amorales de rematar al malvado si la situación así lo requiere. Jack Reacher es un personaje muy bien dibujado, con un fondo humano, pero duro como el pedernal. Un héroe de acción viril, sin las melifluas constricciones morales y dudas existenciales de los modernos detectives contemporáneos. Es como Puño de Hierro, dotado de la capacidad deductiva de los grandes detectives ingleses del siglo XX y la ironía de los clásicos de la novela negra de los años 30.